Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 19 de abril de 2024

El Espíritu del Buda: Las Enseñanzas de los Sutras Tathagatagarbha - El Sutra de la Naturaleza Búdica 2

 Entre los Sermones del Buda encontrados en el Canon Budista, encontramos una serie de discursos sobre el Espíritu del Buda innato en todos los seres, la Naturaleza Búdica. Al principio de su ministerio público, el Buda negó la existencia de un "Alma" (Atman) que fuera eterno, inmutable e independiente, para que sus discípulos pudieran desapegarse de sus conceptos erróneos de sí mismos y del mundo que imperaban en su época y puedieran abrir sus mentes y corazones para la Verdad. Sin embargo, durante el transcurso de su ministerio iluminado, y especialmente, en la década final de su vida en la Tierra, el Buda reveló que sí existe un Espíritu dentro de todos los seres, el cual es eterno, pero no separado del Todo, pues es uno con el Buda y con todos los seres sintientes. Este es su Espíritu, el Espíritu del Buda Eterno, que mora en el corazón de todos nosotros, y es gracias a ese Espíritu que los seres pueden alcanzar el Despertar y la Budeidad. Estos sermones dentro del Canon Budista se conocen como los Sutras Tathagatagarbha, que culminan con el último sermón dado por el Buda en este mundo, el Sutra del Nirvana.

Como hemos visto hasta el momento, la Naturaleza Búdica, el Espíritu del Buda en todos los seres, es un Misterio Budista. Al considerar el mismo, uno debe tener en todo momento en cuenta de que la Naturaleza Búdica es, en última instancia, incomprensible e inexplicable para la mente no despierta. El hecho es que cualquier cosa que uno diga sobre la Naturaleza Búdica no puede captar plenamente su plenitud de misterio y perfección, ya que las palabras son, en última instancia, inadecuadas para la tarea y no hay nada en el mundo que realmente pueda compararse con ella. Esto se afirma explícitamente en el Sutra de Angulimaliya, así como en el Sutra del Nirvana. Es por esto que muchos budistas tienen nociones erróneas sobre la Naturaleza Búdica, y niegan el Verdadero Ser. Estos son los Budistas Nihilistas, y tristemente, son la mayoría. Así, el Espíritu del Buda en todos los seres constituye el reino o esfera inconcebible de los propios Budas y nutre a cada persona en quien se encuentra (es decir, a cada ser). Sólo cuando se ve y se conoce verdaderamente mediante una profunda introspección interior y una visión espiritual purificada, se puede comprender plenamente. Y en ese momento, uno se ha convertido en un Buda.

"Oh, buenos hijos, es como el hueso dentro de una fruta de mango que no se pudre. Cuando lo plantas en el suelo, se convierte en el árbol más grande y majestuoso. De la misma manera, buenos hijos, cuando miro a los seres sintientes con mi visión del Buda, veo que el Tathagatagarbha está rodeado por una cáscara de ignorancia, así como las semillas de una fruta sólo se encuentran en su núcleo. Buenos hijos, ese Tathagatagarbha es frío e inmaduro. Es la profunda quietud del Nirvana la que se logra con la gran sabiduría. Se le llama el verdaderamente Iluminado, el Tathagata, el Arhat, etc. Buenos hijos, después de que el Tathagata ha observado a los seres sintientes, revela este mensaje para purificar la sabiduría de los Bodhisattvas y los grandes seres'.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como el hueso del mango,
que no se pudre.
Plántalo en la tierra
e inevitablemente crecerá un gran árbol.
La visión impecable del Tathagata
ve que el Tathagatagarbha
dentro de los cuerpos de los seres sintientes
es como la semilla dentro de una flor o fruto.
Aunque la ignorancia cubra el Buddhagarbha,
debes tener fe y darte cuenta
de que posees la sabiduría del Samadhi,
nada de lo cual puede ser destruido.
Por esta razón explico el Dharma
y revelo el Tathagatagarbha,
para que puedas alcanzar rápidamente el sendero más elevado,
así como una fruta crece hasta convertirse en el más majestuoso de los árboles".

El Buda continúa expresando en símiles hermosos la existencia del Verdadero Ser (el cual no es llamado aún así hasta el final de su vida en el Sutra del Nirvana). En este símil, el Buda equipara su Espíritu con la semilla de un mango, el cual, una vez se planta en el suelo fértil (de una vida espiritual equilibrada, un Budismo Completo) da fruto y se convierte en un maravilloso árbol, en un Buda. El Espíritu del Buda, aunque vivo, se encuentra dormido dentro de la mayoría de los seres, por incontables vidas. Cuando llega su momento de madurar, los seres buscan la espiritualidad, y pasan por muchas religiones y filosofías religiosas hasta llegar al Dharma, pero este no es el final, pues hay muchas denominaciones budistas. Solo cuando llegan al Verdadero Dharma Eterno del Buda es que esta semilla es nutrida con el rocía del Dharma y puede convertirse en un árbol, en un Buda. 

Hasta el momento, todos los símiles han tratado la Naturaleza Búdica, el Tathagatagarbha, como algo "separado" o "fuera" del Buda Eterno. Es en el próximo símil que el Buda revela que esta Naturaleza Búdica es una con él, y con todos los seres.

"Oh, buenos hijos, es como un hombre con una estatua de oro puro, que iba por las estrechas carreteras de otro país y temía ser victimizado y robado. Entonces envolvió la estatua en trapos gastados para que nadie supiera que la tenía. En el camino, el hombre murió repentinamente y la estatua dorada fue arrojada a un campo abierto. Los viajeros lo pisotearon y quedó totalmente sucio. Pero una persona con visión sobrenatural vio que dentro de los harapos gastados había una estatua de oro puro, así que la desenvolvió y todos le rindieron homenaje. De manera similar, buenos hijos, veo a los diferentes seres sintientes con sus muchos klesas, transmigrando a través de la larga noche del Samsara, sin fin, y percibo que dentro de sus cuerpos está el maravilloso Espíritu del Tathagata. Son augustos y puros y no diferentes de mí. Por esta razón, el Buda expone el Dharma a los seres sintientes, para que puedan cortar esos klesas y purificar su sabiduría del Tathagata. Por esto hago girar la Rueda del Dharma una y otra vez para convertir todos los mundos'.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como un viajero a otro país
que lleva una estatua de oro,
que la envuelve en harapos sucios y gastados
y la arroja a un campo sin uso.
Alguien con visión sobrenatural lo ve
y se lo cuenta a otras personas.
Quitan los trapos sucios y descubren la estatua. 
Y todos se alegran mucho.
Mi visión sobrenatural es así.
Veo que seres de todo tipo
están enredados en klesas y acciones malas
y están plagados de todos los sufrimientos del Samsara.
Sin embargo, también veo que dentro
del polvo de la Ignorancia de todos los seres,
la Naturaleza del Tathagata permanece inmóvil,
Grande e indestructible.
Después de haber visto esto,
les explico a los Bodhisattvas que
los klesas y las malas acciones
cubren el cuerpo más victorioso.
Debes esforzarte por cortarlos
y manifestar la sabiduría del Tathagata.
Es el refugio de todos:
dioses, hombres, nagas y espíritus".

En estas líneas, el Buda nos dice que la Naturaleza Búdica dentro de nosotros no es diferente a él; es una con el Buda Eterno. El Buda, siendo el Alma del Universo, se compadece de sus criaturas y entra, encarnando, en los mundos, para revelar su Dharma Eterno de Salvación y permitirnos elevarnos sobre las aguas del océno interminable de nacimientos y muertes del Samsara, permitiéndonos alcanzar el Despertar an uestra Unidad Fundamental. Entonces, ya no hay deseos de escapar del Samsara, como lo querían los primeros discípulos (y los budistas Theravada hoy día). El Mundo Saha, el Samsara, es solo una cara del Nirvana. Son uno en Esencia, dos en modalidad y manifestación. El Buda nos permite ver la belleza inherente en el mundo, el cual no es nada más que una gran matriz, un útero cósmico, que permite el crecimiento de Budas, Seres Despiertos. Esto vuelve el mundo en un Refugio; el Buda Eterno (Dharmakaya) es el Verdadero Refugio, como nos dice el Sutra del Nirvana.

No hay otra religión como el Verdadero Dharma. Si bien el Buda nos revela aquí y en muchos otros Sutras que la mayoría de las religiones del mundo fueron creadas o inspiradas por Budas y Bodhisattvas, solo el Dharma Eterno del Buda, el Budismo, es la Verdadera Religión. Solo a través del Budismo podemos manifestar nuestra Verdadera Naturaleza.

"Oh, buenos hijos, es como una mujer empobrecida, vil, fea y odiada por los demás, que lleva en su seno un hijo noble, quien se convertirá en un rey sabio, un gobernante de las cuatro direcciones. Pero ella no conoce su historia futura, y constantemente piensa en él como un niño pobre y de baja cuna. De la misma manera, buenos hijos, el Tathagata ve que todos los seres sintientes son llevados por la Rueda del Samsara, recibiendo sufrimiento y veneno, pero sus cuerpos poseen el Tesoro del Tathagata. Al igual que esa mujer, ellos no se dan cuenta de esto. Por eso el Tathagata en todas partes expone el Dharma diciendo: 'Buenos hijos, no os consideréis inferiores o viles. Todos ustedes poseen personalmente la Naturaleza del Buda. Si se esfuerzan y destruyen sus males pasados, recibirán el título de Bodhisattvas o de los Honrados por el Mundo, y convertirán y salvarán a innumerables seres conscientes'.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como una mujer empobrecida
cuya apariencia es común y vil,
pero que tiene un hijo de noble rango
que se convertirá en un monarca universal.
Lleno de siete tesoros y de todas las virtudes,
poseerá como rey las cuatro partes de la tierra.
Pero ella es incapaz de saberlo
y sólo concibe pensamientos de inferioridad.
Veo que todos los seres
son como niños en apuros.
Dentro de sus cuerpos está el Tathagatagarbha,
pero no se dan cuenta de ello.
Por eso les digo a los Bodhisattvas:
'Tened cuidado de no consideraros inferiores.
Vuestros cuerpos son Tathagatagarbhas;
Siempre contienen
La luz de la salvación del mundo.
Si os esforzáis
y no pasáis mucho tiempo
sentados en la sala de meditación,
alcanzaréis el camino de la realización más elevada
y salvaréis a seres ilimitados'."

En este símil, todos los seres somos la "mujer empobrecida, vil, fea y odiada por los demás, que lleva en su seno un hijo noble, quien se convertirá en un rey sabio". Somos como una mujer empobrecida porque hemos vagado por eones en el océano del Samsara, cometiendo inconcevibles malas acciones, acumulando un inmenso mal karma, sufriendo y haciendo que otros seres sufran. Esto nos vuelve feos, torcidos, odiados por los demás, e incluso, por nosotros mismos. Pero todo este tiempo no hemos sabido que llevamos cocida en nuestra ropa una gema inavuable; que llevamos en nuestro vientre (corazón) el Espíritu del Buda, "un hijo noble", que algún día será un Buda. El planeta y el universo en el cual habitamos tambiés es esa mujer empobrecida y fea, esperando reconocer el valor que lleva dentro; esperando que la redimamos, la purifiquemos, y revelemos su verdadera naturaleza, la Tierra Pura de la Luz Serena.

El Buda ha aparecido en este mundo y nos ha revelado que todos poseemos este diamante invaluable dentro de nosotros. Nos ha revelado que todos somos dignos, pues poseemos su Dignidad, su Espíritu; somos sus hijos. Si abrazamos el Dharma del Buda y lo ponemos en práctica, realizando su Voluntad - el salvar a todos los seres - podemos recobrar nuestro título y herencia, podemos ser Hijos del Buda - Bodhisattvas. No existe nada más elevado en este mundo.

"Oh, buenos hijos, es como un maestro fundidor que funde una estatua de oro puro. Una vez finalizado el lanzamiento, se invierte y se coloca en el suelo. Aunque el exterior está chamuscado y ennegrecido, el interior no ha cambiado. Cuando se abre y se saca la estatua, el color dorado es radiante y deslumbrante. De manera similar, buenos hijos, cuando el Tathagata observa a todos los seres sintientes, ve que el Buddhagarbha está dentro de sus cuerpos repleto de todas sus muchas virtudes. Después de ver esto, revela a todas partes que todos los seres obtendrán alivio. Eliminan klesas con su sabiduría diamantina y revelan el cuerpo del Buda como una persona que descubre una estatua dorada'.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como una gran fundición
con innumerables estatuas doradas.
Los necios miran hacia afuera
y sólo ven los moldes de tierra oscurecidos.
El maestro fundidor estima que se han enfriado
y los abre para extraer su contenido.
Se elimina toda impureza
y los rasgos se revelan claramente.
Con mi visión del Buda
veo que todos los seres sintientes son así.
Dentro de la capa de barro de las pasiones,
Todos tienen la Naturaleza del Tathagata.
Por medio de la sabiduría adamantina,
rompemos el molde de los klesas
y revelamos el Tathagatagarbha,
como oro puro y brillante.
Así como yo he visto esto
y así he instruido a todos los Bodhisattvas,
así tú deberías aceptarlo
y convertir a todos los demás seres a su vez'."

Esta Herencia Iluminada no es solo para los Bodhisattvas Trascendentales, seres superiores a nosotros, sino que es para todos los seres. El Buda, en su infinita Misericordia y Amor, extiende su mano de salvación y abre la Tesorería del Dharma para todas sus criaturas, sin importar su condición. Como veremos posteriormente en el Sutra de Angulimala, no importa lo que hayamos hecho, todos podemos cambiar nuestro destino y redimirnos, así como Angulimala se redimió, e incluso el Rey Ajashathru pudo redimirse en el Sutra del Nirvana.

Esta es una enseñanza poderosa que contiene el Poder del Buda y su Dharma. El mero hecho de escucharla o leerla, si se acepta de todo corazón, puede transformar nuestras vidas. Como dice el Buda a continuación:

"En ese momento, el Honrado por el Mundo habló a Vajramati y a los demás Bodhisattvas y grandes seres, diciendo: 'Ya sean monjes o laicos, buenos hijos e hijas, debéis aceptar, recitar, copiar, reverenciar y exponer ampliamente este Sutra del Tathagatagarbha en beneficio de los demás. Las virtudes que de él derivarás son inestimables. Vajramati, si hubiera un Bodhisattva que, por el camino del Buda, trabajara diligente y asiduamente, o que cultivara poderes espirituales, o que entrara en todos los Samadhis, o que deseara plantar las raíces de la virtud, o que adorara a los Budas del presente, más numerosos que las arenas del río Ganges, o que erigiera más estupas de siete joyas que arenas hay en el río Ganges, de una altura de diez yojanas [un yojana equivale a unas nueve millas] y una profundidad y de un yojana, o que instalaran en esas estupas divanes de siete joyas cubiertas con pinturas divinas, o que erigieran diariamente para cada Buda más estupas de siete joyas que arenas hay en el río Ganges, y que se las regalaran a cada Tathagata y Bodhisattva y Shravaka en la asamblea, o que hicieran este tipo de cosas en todas partes para todos los Budas actuales, cuyo número es mayor que las arenas del río Ganges, o que erigieran cincuenta veces más estupas enjoyadas que arenas en el río Ganges y los presentara a cada Tathagata, Bodhisattva y Shravaka en la asamblea, o que hizo este tipo de cosas en todas partes para todos los Budas actuales, cuyo número es mayor que las arenas del río Ganges, o quién erigiera cincuenta veces más estupas enjoyadas que arenas en el río Ganges y que las presentara como ofrenda a cincuenta veces más Budas, Bodhisattvas y Shravakas en la asamblea que arenas en el río Ganges, y que hicieran esto durante incontables cientos, miles y decenas de años. Oh, Vajramati, ese Bodhisattva todavía no sería igual a la persona que encuentra alegría e iluminación en el Sutra del Tathagatagarbha, que lo acepta, lo recita, lo copia o incluso venera una sola de sus metáforas. Oh, Vajramati, aunque el número de buenas raíces y virtudes plantadas por esos buenos hijos en nombre de los Budas es incalculable, no llega a una centésima o una milésima ni a ninguna fracción calculable posible del número de virtudes alcanzadas por los buenos hijos e hijas que veneran el Sutra del Tathagatagarbha'.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Si hay una persona que busca la Iluminación,
que escucha y acepta este Sutra,
y que copia y venera
incluso un solo verso,
el sutil y profundo Espíritu del Tathagata
surgirá instantáneamente, acompañado de alegría.
Si os entregais a esta verdadera enseñanza,
vuestras virtudes serán incalculables.
Si hay una persona que busca la Iluminación,
que ha alcanzado grandes poderes espirituales
y que desea hacer una ofrenda
a los Budas de las diez direcciones
y a los Bodhisattvas y Shravakas de la asamblea,
cuyo número es mayor
que las arenas del Ganges,
Cien millones de veces incalculable;
Si para cada uno de los Budas
construyera una maravillosa estupa enjoyada
de diez yojanas de altura
y cuarenta li de ancho [un li equivale aproximadamente a un tercio de milla],
dentro de la cual otorgaría un asiento de siete joyas,
con todas las maravillas
Apropiada para el augusto Maestro,
Cubierto de divinos cuadros y cojines,
Cada uno con sus propios diseños únicos;
Si ofreciera a los Budas y a la Sangha
un número incalculable de éstos,
más que las arenas del río Ganges,
y si los ofreciera
sin cesar día o noche
durante cientos y miles
y decenas de miles de eones,
las virtudes que obtendría de esta manera
no podría compararse con
las virtudes mucho mayores de
la persona sabia que escucha este Sutra,
que acepta incluso una sola metáfora de él
y que lo explica para beneficio de los demás.
Los seres que se refugian en él
alcanzarán rápidamente el camino más elevado.
Los Bodhisattvas que dedican su pensamiento
al profundo Tathagatagarbha,
saben que todos los seres lo poseen
y rápidamente alcanzan el sendero más elevado".

Esta es la Promesa del Buda en este Sutra. Este Sutra, si bien fue predicado al comienzo del Periodo Mahayana, aproximadamente diez años tras el Buda manifestar su Budeidad en este mundo, contiene enseñanzas elevadas pertenecientes al Periodo del Loto y del Nirvana, las Enseñanzas Perfectas y Completas, por lo que cae en la categoría de Enseñanza Secreta (de las Cuatro Enseñanzas del Método del Gran Maestro Chih-i y la escuela Tendai), pues, aunque el Buda lo predicó para el beneficio de todos, solos los Bodhisattvas avanzados la comprendieron realmente; los discípulos Shravakas y Pratyekabuddhas, así como los devotos laicos, no pudieron comprenderla, por lo que el Buda volvió a predicar sobre la Naturaleza Búdica, su Espíritu en todos los seres, muchas otras ocasiones, siendo la última y definitiva en su último sermón en la Tierra, el Sutra del Nirvana. 

Como vemos, el Buda se eforzó por hacer incapié en la importancia y el poder de esta enseñanza. Al lector, le pregunto: ¿habías escuchado de la existencia del Espíritu del Buda (Naturaleza Búdica) en todos los seres? Puedo contestar por la mayoría que no, que por el contrario, el Buda había predicado la existencia del No-Ser, el Anatman; jamás el Buda había predicado algo sobre su Espíritu o el Verdadero Ser. Sin embargo, aquí pongo en tus manos este gran tesoro. Si no lo crees, o no lo comprendes, acéptalo con fe, y te prometo que serás bendecido inmensurablemente. 

En el Sutra del Tathagatagarbha, el Buda por fin predica por primera vez la noción de una Realidad Espiritual central y suprema, increada e inmortal en todas las criaturas vivientes; el Espíritu del Buda en todos los seres, el cual es indestructible, omnisciente, eterno, infinito, puro, benevolente, nutritivo y dichoso en todos y cada uno de los seres (animales incluidos), que empodera a cada ser para convertirse en un Buda. Como veremos posteriormente en el Sutra de Angulimala, esta Esencia espiritual es inherente y forma la base de todos los fenómenos sin excepción y contiene todas las cualidades buenas y verdaderas. Así, esta enseñanza complementa la doctrina de la Vacuidad (Sunyata) de los fenómenos mundanos: las cosas mundanas están vacías de una identidad individual propia, eternamente inmutable, pero no de las virtudes perfectas del Buda presente en todas partes. El Tathagatagarbha repleto de virtudes es, de hecho, nada menos que la misma Potencia generadora del Buda: el estado del Despierta o Conocimiento Espiritual (Bodhi o Buddha-jnana) oculto en las profundidades de cada persona. 

Es imprtante destacar desde ahora que la doctrina de la Naturaleza Búdica es presentada abrumadoramente por el Buda en los Sutras Tathagatagarbha como una verdad definitiva y absoluta, no como una enseñanza elemental, provisional; es una verdad, un dogma, absoluto, no un medio hábil. El medio hábil fue la doctrina del No-Ser que el Buda ahora refuta, no por ser errónea o falsa, sino por ser incompleta. Lo que el Buda quiso permitir que los seres entendieran con la doctrina del Anatman es que los seres no son su cuerpo, ni sus emociones, ni sus pensamientos, ni sus voliciones, y que no existen de forma separada e independiente del Todo, sino que son como una ola en un Gran Océano; son una manifestació de la Vida Eterna del Cosmos, del Buda Eterno, y como olas en el océano, no están separadas del agua, sino que son una desde un principio con Todo.

El Tathagatagarbha es llamado en ocasiones por el Buda el Verdadero Ser ("Satya-Atman") o el Principio Búdico ("Buddha-dhatu"), y es indestructible. No conoce la muerte, sólo la Vida Eterna. Este Espíritu del Buda está presente en todas partes, como afirma el Buda en el Sutra del Nirvana. Los Sutras Tathagatagarbha dejan muy claro que en su naturaleza última el Espíritu del Buda es una Esencia espiritual incondicionada, inmutable, virtuosa, eterna, inefable, libre de los confines del tiempo, el lugar y el proceso. Y cuando se le denomina el Ser (como en el Sutra del Nirvana), no se refiere al ego mundano, mutable y condicionado (nuestro ser finito y falso cotidiano), sino que se equipara con el Verdadero Ser eterno e inmutable del Buda (que se encuentra en todos los seres), que es uno con el Gran Nirvana, la Unidad Fundamental.

Como veremos más a profundidad, este Espíritu del Buda es revelado por el Buda a sus estudiantes avanzados como la Quintaesencia Búdica inmutable y pacífica dentro de cada ser (el "svabhava" o "Atman" – el Alma infinita, unitaria y sin ego del Buda Eterno), pero que también funciona activamente como semilla de todas las cualidades espirituales positivas y subyace a la sed del Nirvana, y que de hecho hace posible la obtención del Nirvana (ya que el Nirvana, a través del Tathagatagarbha, ya está presente dentro de nosotros). Así, el Tathagatagarbha es dipolar y posee tanto un modo inactivo, tranquilo e inmóvil, cuando está dormido o sumido en la Oscuridad de la Ignorancia, y un modo dinámico y activo de nutrir y liberar a todos los seres que sufren, dándoles esa sed por espiritualidad y progreso, que los conduce a la religión y eventualmente al Dharma del Buda.

El Buda ilustra ahora el poder de esta Enseñanza con una historia pasada de una persona que, gracias a esta Enseñanza, pudo alcanzar la Budeidad.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se dirigió nuevamente al Bodhisattva Vajramati y le dijo: 'En un tiempo incalculable, muy lejano en el pasado distante, hace más tiempo que muchos eones inconcebibles, hubo un Buda que fue llamado el Rey Otorgador de Luz, el Tathagata, el Arhat, el Verdaderamente Iluminado, el Poseído de Acciones Brillantes, Aquel que ha trascendido bien el mundo, el Maestro que ha alcanzado lo más elevado, el Héroe de la Armonía, el Maestro de hombres y dioses, el Buda, el Honrado por el Mundo. Oh, Vajramati, ¿por qué fue llamado el Rey Otorgador de Luz? Cuando ese Buda estaba practicando originalmente el camino del Bodhisattva y descendió como espíritu al útero de su madre, siempre emitía una luz que penetraba e iluminaba en un instante incluso los átomos más pequeños de los miles de mundos búdicos en las diez direcciones. Cualquier ser que viera esta luz se llenaba de alegría. Sus klesas fueron destruidos; quedó dotado del poder de la forma; su sabiduría se perfeccionó; y alcanzó una elocuencia que no conoció obstáculos. Si un habitante del Infierno, un fantasma hambriento, un animal, el rey Yama - el Señor de los Muertos - o un asura veían esta luz, todos sus renacimientos en los reinos del mal se interrumpían y nacía como un dios. Si algún dios vio esta luz, alcanzó la irreversibilidad en el camino más elevado y fue dotado de los cinco poderes sobrenaturales. Si alguien que había alcanzado la irreversibilidad veía esta luz, alcanzaba la paciencia no nacida del dharma y los cincuenta Dharanis [encantamientos] de la virtud. Vajramati, todas las tierras iluminadas por esa luz se volvieron majestuosas y puras, como porcelana translúcida, con cordones dorados que marcaban el Nbble Sendero Octuple, exuberantes con la fragancia de varios tipos de árboles, flores y frutas enjoyados. Ligeras brisas soplaban suavemente a través de ellos, produciendo sonidos suaves y sutiles que exponían libre y sin restricciones las Tres Joyas, las virtudes del Bodhisattva, el poder de las buenas raíces, el estudio del camino, la meditación y la liberación. Los seres que escucharon todo esto alcanzaron la alegría en el Dharma. Su fe se hizo firme y fueron liberados para siempre de los reinos del renacimiento maligno. 

"Vajramati, debido a que todos los seres de las diez direcciones fueron instantáneamente envueltos en luz, a las seis en punto cada mañana y tarde juntaron sus palmas y ofrecieron adoración. Vajramati, hasta el momento en que alcanzó la Budeidad y el Nirvana sin dejar rastro, el lugar donde ese Bodhisattva surgió del útero siempre brilló con luz. Y después de su Nirvana final, la estupa en la que se guardaban sus cenizas también brilló con luz. En consecuencia, los habitantes de los reinos celestiales lo llamaron el Rey Otorgador de Luz. Vajramati, cuando el Rey Otorgador de Luz, el Tathagata, el Arhat, el Universalmente Iluminado, alcanzó por primera vez la Budeidad, entre sus discípulos del Dharma había un Bodhisattva llamado Luz Ilimitada, así como un grupo de otros dos mil millones de Bodhisattvas. El Bodhisattva Luz Ilimitada se volvió hacia el lugar donde estaba el Buda y preguntó sobre el Sutra del Tathagatagarbha, y el Buda se lo explicó. Estuvo en su asiento durante cincuenta largos eones. Y debido a que protegió los pensamientos de todos los Bodhisattvas, su voz llegó a todos los lugares de los diez mundos búdicos, incluso hasta los átomos más pequeños, y se extendió a cientos de miles de tierras búdicas. Debido a los innumerables y diferentes orígenes de los Bodhisattvas, presentó cientos de miles de metáforas. Lo llamó el 'Sutra Tathagatagarbha Mahayana'. Todos los Bodhisattvas que lo escucharon predicar este Sutra lo aceptaron, lo recitaron y lo practicaron tal como se les había explicado. Todos menos cuatro de los Bodhisattvas alcanzaron la Budeidad. Vajramati, no debes considerarlos excepcionales. ¿En qué podría ser diferente de ti el Bodhisattva Luz Ilimtada? Eres idéntico a él. Los cuatro Bodhisattvas que aún no habían alcanzado la Budeidad eran Manjushri, Avalokiteshvara, Mahasthamaprapta y tú, Vajramati. Vajramati, el Sutra del Tathagatagarbha tiene una capacidad abundante. Cualquiera que lo escuche puede alcanzar el Camino del Buda'.

"Entonces el Buda volvió a expresarse en verso, diciendo:

"Hace incontables eones,un Buda Otorgador de Luz
siempre brilló con una gran luz
e iluminó innumerables tierras en todas partes.
El Bodhisattva Luz Ilimitada
alcanzó por primera vez el camino bajo ese Buda
y solicitó este Sutra.
En consecuencia, el Buda lo predicó.
Todos los que lo encontraron salieron victoriosos,
y todos los que lo escucharon
alcanzaron la Budeidad,
excepto cuatro Bodhisattvas.
Manjushri, Avalokiteshvara,
Mahasthamaprapta y Vajramati:
estos cuatro Bodhisattvas
escucharon anteriormente este Dharma.
De ellos, Vajramati
fue el discípulo más talentoso.
En ese momento se llamaba Luz Ilimitada
y ya había escuchado este Sutra.
Cuando originalmente busqué el camino
hacia el estandarte del león que marca el lugar del Buda,
yo también recibí este Sutra una vez
y lo practiqué tal como lo había escuchado.

"Gracias a estas buenas raíces,
rápidamente alcancé el camino del Buda.
Por lo tanto, todos los Bodhisattvas
deben defender y predicar este Sutra.
Después de haberlo escuchado
y practicado tal como se ha explicado,
se convertirán en Budas tal como lo soy yo ahora.
Si una persona practica este Sutra,
se comportará como el Honrado por el Mundo.
Si una persona obtiene este Sutra,
será llamado 'Señor del Buddhadharma'
y luego, en nombre del mundo, protegerá
lo que todos los Budas proclaman.
Si alguien practica este sutra,
será llamado 'El Rey del Dharma'
y, a los ojos del mundo,
merecerá ser alabado
como el Honrado por el Mundo'.

"Luego, cuando el Honrado por el Mundo terminó de exponer este Sutra, Vajramati, junto con los cuatro grupos de Bodhisattvas, los dioses, los gandharvas, los asuras y el resto, se regocijaron por lo que habían oído explicar al Buda y practicaron. como les habían dicho."

El Buda, durante todo su ministerio en la Tierra, ilustró sus enseñanzas con parábolas e historias de vidas pasadas, para poder destacar que todos, repito, todos, podemos poner en práctica sus enseñanzas y alcanzar sus frutos, como el Despertar y la Budeidad. 

Com vimos en este Sutra, de acuerdo con el Canon y la Tradición Budista, todos los seres poseen el Espíritu del Buda, su Naturaleza Búdica, pues todos somos una emanación del Buda Eterno, el Universo. Por ello, todos los seres poseen la capacidad de alcanzar el Despertar y pueden convertirse en Budas. El Buda mismo predijo la Budeidad de todos sus discípulos en el Sutra del Loto, incluyéndonos a nosotros. Por mi parte, creo que todos podemos alcanzar el Despertar - y de hecho, muchos ya lo han hecho - pero no creo que todos puedan alcanzar la misma Budeidad del Buda. Permítanme explicarme. 

Todos podemos alcanzar el Despertar a nuestra Unidad Fundamental. De hecho, muchos de nosotros hemos tenido algún vislumbre o la totalidad de la experiencia, la cual ha transformado nuestras vidas y nos ha dado la inspiración (por la Gracia del Buda) de reclamar nuestra herencia divina y ser Hijos del Buda, Bodhisattvas, y ayudar en la labor salvífica dhármica del Buda en esta Tierra. Esta es una respuesta al llamado del Buda, una repsuesta que obliga una respuesta, y que no puede ser nada sino afirmativa, en agradecimiento por sus muchas bendiciones. Pero no todos podemos alcanzar la misma Budeidad del Buda. De hecho, ningún ser sintiente - en mi opinión - puede alcanzar la Budeidad del Buda, pues si bien somos uno en Esencia, somos distintos.

Nuestra Budeidad y la Budeidad del Buda son iguales, pero diferentes. Son iguales en Esencia pero diferentes en manifestación. Después de todo, el Buda fue una encarnación de la Personalidad del Cosmos, su Alma, su Consciencia Universal, y nosotros solo somos meras manifestaciones temporales, finitas e imperfectas, que podemos alcanzar un grado innato de cuasi-perfección. Aún así, el Buda Eterno, en su infinita Misericordia y Compasión, nos permite participar de su Esencia, de su Poder - nos otorga su Gracia - para que podamos alcanzar el mismo estado espiritual de un Buda. Pero como mencionamos anteriormente, por más que hablemos de esto, sigue siendo un Misterio que solo puede ser comprendido por el Buda. Somos agradecidos por la infinita Compasión del Buda quien ,en su infinita Sabiduría, pudo explicarnos esta Verdad de tal forma que, aun con nuestros ojos ciegos, oidos sordos y poco merecido, logró encontrar las palabras necesarias para permitirnos vislumbrar este Misterio. 

El Espíritu del Buda: Las Enseñanzas de los Sutras Tathagatagarbha - El Sutra de la Naturaleza Búdica 1

 Entre los Sermones del Buda encontrados en el Canon Budista, encontramos una serie de discursos sobre el Espíritu del Buda innato en todos los seres, la Naturaleza Búdica. Al principio de su ministerio público, el Buda negó la existencia de un "Alma" (Atman) que fuera eterno, inmutable e independiente, para que sus discípulos pudieran desapegarse de sus conceptos erróneos de sí mismos y del mundo que imperaban en su época y puedieran abrir sus mentes y corazones para la Verdad. Sin embargo, durante el transcurso de su ministerio iluminado, y especialmente, en la década final de su vida en la Tierra, el Buda reveló que sí existe un Espíritu dentro de todos los seres, el cual es eterno, pero no separado del Todo, pues es uno con el Buda y con todos los seres sintientes. Este es su Espíritu, el Espíritu del Buda Eterno, que mora en el corazón de todos nosotros, y es gracias a ese Espíritu que los seres pueden alcanzar el Despertar y la Budeidad. Estos sermones dentro del Canon Budista se conocen como los Sutras Tathagatagarbha, que culminan con el último sermón dado por el Buda en este mundo, el Sutra del Nirvana.

El Sutra de la Naturaleza Búdica (Sutra del Tathagatagarbha) es un sermón dado por el Buda durante la última década de su tiempo en la Tierra, y dilucida con ocho símiles la Naturaleza Búdica, el Espíritu del Buda en todos los seres, que es llamado "Tathagatagarbha" o "Matríz Búdica". El término "Tathagatagarbha" se compone de "Tathagata" que es un epíteto del Buda que se puede traducir como "Aquel que Viene de la Talidad o del Mundo de la Unidad", y "Garbha", que se puede traducir como "Embrión" o "Matriz". Ambos términos, "embrión" y "matriz" son significativos, pues nos muestran dos formas de ver la Naturaleza Búdica.

La Naturaleza Búdica en todos los seres es como un "embrión", una "semilla", que existe dentro de todos los seres vivos, que se puede cultivar para producir un Buda, un Ser Despierto. El método de cultivo es el Camino Budista, que se compone de la fe, el estudio y la práctica del Dharma ETerno revelado por el Buda. Pero a su vez, el Cosmos entero es una matriz destinada a producir Budas; el Cosmos entero está en vías de Iluminación. El Sutra de la Naturaleza Búdica fue una de las primeras revelaciones sobre esta Verdad dada a los seres. 

"Así lo he oído. Una vez el Buda se alojaba en el Pico del Buitre, cerca de Rajagrha, en la sala de conferencias de un pabellón de muchos niveles construido con fragante sándalo. Había alcanzado la Budeidad diez años antes y estaba acompañado por una asamblea de cientos y miles de grandes monjes y una multitud de Bodhisattvas y grandes seres sesenta veces el número de arenas del río Ganges".

Estas palabras ponen el Sutra en su contexto histórico y dentro del Plan Dhármico de Salvación del Buda que el Gran Maestro Chih-i sistematizó como los Cinco Periodos, y nos dice que este sermón fue dado temprano en la carrera misionera del Buda, luego de los Sutras Agamas, temprano en el Periodo Mahayana. Es por esto que aparecen Bodhisattvas entre la multitud, quienes no habían revelado su existencia sino hasta que el Buda comenzó a predicar los Sutras Mahayana.

Las palabras "Así he oído" significan que este sermón fue uno predicado por el Buda y recordado por Ananda, su primo biológico y discípulos más cercano quien tenía una muy buena memoria y pudo recordar todos los sermones dados por el Buda en su vida. Tras el paso físico del Buda en la Tierra, Ananda y los discípulos más avanzados - por el Poder del Buda - organizaron Concilios para recitar la Palabra del Buda y pasarla fielmente a la posteridad. Este fue uno de los sermones que fueron pasados por siglos hasta que fueron compuestos en hojas de papiro atadas por un hilo. De ahí la palabra "Sutra".

El Sutra ahora describe la audiencia; quiénes se encontraban presentes en ese momento, y sus logros espirituales. Entre ellos, se encontraban Grandes Bodhisattvas Trascendentales como el Bodhisattva Avalokiteshvara, el Bodhisattva Manjushri, el Bodhisttva Maitreya, y muchos otros. Igualmente, entre ellos, se encontraban muchos dioses y seres celestiales. Todos se encontraban congregados alrededor del Buda para escuchar el Dharma.

"En ese momento, el Buda se sentó erguido a meditar en el pabellón de sándalo y, con sus poderes sobrenaturales, realizó una exhibición milagrosa. Aparecieron en el cielo una innumerable cantidad de flores de loto de mil pétalos, tan grandes como ruedas de carro, llenas de colores y fragancias que uno no podía comenzar a enumerar. En el centro de cada flor había una imagen conjurada de un Buda. Las flores se elevaron y cubrieron los cielos como un estandarte enjoyado, cada flor emitía innumerables rayos de luz. Todos los pétalos desplegaron simultáneamente su esplendor y luego, a través de los poderes milagrosos del Buda, todos se marchitaron en un instante.

"Dentro de las flores, todas las imágenes de Buda estaban sentadas con las piernas cruzadas en posición de loto, y cada una emitía innumerables cientos de miles de rayos de luz. El adorno del lugar en ese momento era tan extraordinario que toda la asamblea se regocijó y bailó extasiada. De hecho, fue tan extraño y extraordinario que todos comenzaron a preguntarse por qué todas las innumerables flores maravillosas debían ser destruidas repentinamente. A medida que se marchitaban y oscurecían, el olor que desprendían era fétido y repugnante.

"En ese momento el Honrado por el Mundo se dio cuenta de por qué los bodhisattvas estaban perplejos, por lo que se dirigió al Bodhisattva Vajramati (Sabiduría Adamantina) y dijo: 'Oh, buen hijo. Si hay algo en las enseñanzas del Buda que te deja perplejo, no dudes en preguntar al respecto'. El Bodhisattva Vajramati sabía que todos en la asamblea estaban perplejos, y se dirigió al Buda diciendo: 'Oh, Honrado por el Mundo, ¿por qué hay imágenes del Buda conjuradas en todas las innumerables flores? ¿Y por qué ascendieron a los cielos y cubrieron el mundo? ¿Y por qué cada una de las imágenes del Buda emitió incontables cientos de miles de rayos de luz?'

"Todos en la asamblea observaron y luego juntaron sus manos en señal de respeto. En ese momento, el Bodhisattva Vajramati habló en versos y dijo:

"Nunca he sido testigo
de una manifestación milagrosa como la de hoy.
¡Ver cientos de miles y millones de Budas
Sentados en los cálices de las flores de loto,
cada uno emitiendo innumerables corrientes de luz,
llenando todos los campos,
eliminando la suciedad de los falsos maestros,
y adornando todos los mundos!
Los lotos se marchitaron de repente;
No había uno que no fuera repugnante.
Ahora cuéntanos,
¿por qué mostraste esta visión conjurada?'"

Aquí, el Bodhisattva Vajramati habla en nombre de todos en la audiencia, y sobre todo, por todos nosotros, quienes recibimos esta Enseñanza en la Era Final del Dharma. El Buda, durante toda su vida, realizó espectáculos milagrosos para poder permitir que sus discípulos trasciendan sus límites mentales y espirituales, pero también, para dejarles saber, poco a poco, a medida que pasaban los años, que él no era un simple maestro y un humano. Estos espectáculos milagrosos también contenían muchas enseñanzas, como la que el Buda ahora va a dilucidar.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo habló a Vajramati y a los demás Bodhisttvas y les dijo: 'Buenos hijos, existe un gran sermón llamado 'Tathagatagarbha', el cual es predicado en su momento por todos los Budas del pasado, presente y futuro. Fue porque quería explicártelo que te mostré estos signos. Todos debéis escuchar atentamente y reflexionar bien'.

"El Buda dijo: 'Buenos hijos, se puede establecer una comparación entre las innumerables flores conjuradas por el Buda que de repente se marchitaron y las innumerables imágenes conjuradas del Buda con sus muchos adornos, sentados en posición de loto dentro de las flores, que arrojaron una luz tan extraordinariamente rara que no hubo nadie en la asamblea que no mostrara reverencia. De manera similar, buenos hijos, cuando observo a todos los seres con mi ojo del Buda, veo que escondido dentro de los klesas (impurezas) de la codicia, el deseo, la ira y la estupidez, está sentada, augusta e inmóvil, la Sabiduría del Tathagata, el la Visión del tathagata y el Cuerpo del Tathagata, y su Espíritu. Buenos hijos, todos los seres, aunque se encuentran con todo tipo de klesas, tienen un Tathagatagarbha que está eternamente inmaculado y que está repleto de virtudes que no son diferentes a las mías. Además, buenos hijos, es como una persona con visión sobrenatural que puede ver los cuerpos de los Tathagatas sentados en posición de loto dentro de las flores, aunque los pétalos aún no estén desplegados; mientras que después de que se han quitado los pétalos marchitos, esos Tathagatas se manifiestan para que todos los vean. De manera similar, el Buda realmente puede ver los Tathagatagarbhas de los seres sintientes. Y como quiere revelarles el Tathagatagarbha, les expone los Sutras y el Dharma para destruir los klesas y revelar la Naturaleza Búdica que mora en ellos. Buenos hijos, tal es el Dharma de todos los Budas. Ya sea que aparezcan Budas en el mundo o no, los Tathagatagarbhas de todos los seres son eternos e inmutables. Es sólo que están cubiertos por los klesas de los seres sintientes. Cuando el Tathagata aparece en el mundo, expone el Dharma por todas partes para eliminar su ignorancia y tribulación y purificar su sabiduría universal. Buenos hijos, si hay un Bodhisattva que tiene fe en esta enseñanza y la practica con determinación, alcanzará la liberación y la verdadera Iluminación, y por el bien del mundo realizará actos búdicos en todas partes'.

En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como las flores marchitas;
Antes de que sus pétalos se hayan abierto,
Quien con visión sobrenatural puede ver
El cuerpo inmaculado del Tathagata.
Después de quitar las flores marchitas,
se ve, sin obstáculos, al Maestro,
Quien, para cortar los klesas,
aparece triunfalmente en el mundo.
El Buda ve que todo tipo de seres
poseen universalmente el Tathagatagarbha,
El cual está cubierto por innumerables klesas,
como una maraña de pétalos marchitos y malolientes.
Así que yo, en nombre de todos los seres,
explico en todas partes el Verdadero Dharma,
para ayudarlos a eliminar sus klesas
y alcanzar rápidamente el Camino del Buda.
Veo con mi ojo del Buda
Que en los cuerpos de todos los seres
yace oculto el Buddhagarbha,
Por eso explico el Dharma para revelarlo".

Aquí el Buda responde las preguntas del Bodhisattva Vajramati y le dice que, igual como las flores contenían Budas en sus centros, cuya luz se esparcía en todas las direcciones aún cuando sus flores se marchitaba y podrían, de igual forma, todos los seres poseen dentro de sí el Espíritu del Buda, su Naturaleza Búdica, aunque la misma esté cubierta por impurezas, deseos, pasiones y mal karma, y por ello, los seres no pueden verla. Aunque la misma esté cubierta, la Naturaleza Búdica se mantiene inmóvil, impoluta, y brilla puramente. Esta Naturaleza Búdica contiene la visión, la sabiduría y el poder del Buda. Solo los Budas pueden verla; incluso los Bodhisattvas no pueden necesariamente vislumbrarla en los seres; solo la asumen con fe. De igual forma, aunque no la veamos, debemos tener fe en la Palabra del Buda y trabajar arduamente para descubrirla, no solo en nosotros, sino también descubrirla en todos los seres. Quien pueda descrubrir su Naturaleza Búdica verá que es uno con el Buda, y puede manifestar su Budeidad Innata, realizando la labor del Buda en el mundo. Es por esto que posteriormente el Buda le dice a todos sus discípulos y devotos que todos serán Budas, pues todos poseen al Buda Eterno en su corazón.

Ahora, el Buda utiliza nueve símiles para poder permitirle a los seres comprender, aunque sea someramente - pues solo puede ser descubierta y experimentada - la Naturaleza Búdica.

"Oh, buenos hijos, es como miel pura en una cueva o en un árbol, rodeada y protegida por un enjambre incontable de abejas. Puede suceder que aparezca una persona que conozca algunas técnicas inteligentes. Primero se deshace de las abejas y toma la miel, y luego hace con ella lo que quiere, comiéndola o regalándola a todas partes. De manera similar, buenos hijos, todos los seres sintientes poseen innatamente el Tathagatagarbha. Es como miel pura en una cueva o en un árbol, que está cubierta de klesas, como un enjambre de abejas, que le impiden llegar a ella. Con mi ojo del Buda lo veo claramente y con medios hábiles apropiados explico el Dharma para destruir los klesas y revelar la visión del Buda. Y en todas partes realizo actos del Buda para el beneficio del mundo'.

"Entonces, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como lo que sucede con la miel de una cueva o de un árbol,
aunque esté rodeada de innumerables abejas,
es tomada por alguien que conoce una técnica inteligente
para deshacerse primero del enjambre.
El Tathagatagarbha de los seres sintientes
es como la miel en una cueva o en un árbol.
El enredo de la ignorancia y la tribulación
es como el enjambre de abejas
que impiden llegar a ella.
Por el bien de todos los seres,
explico el Verdadero Dharma con medios hábiles,
eliminando las abejas de los klesas,
revelando el Tathagatagarbha.
Dotado de una elocuencia que no conoce obstáculos,
predico el Dharma del dulce rocío,
aliviando compasivamente a los seres sintientes,
ayudándolos en todas partes a alcanzar la verdadera Iluminación".

Este es un hermoso símil donde el Buda compara nuestra Naturaleza Búdica a la miel, que aunque se encuentra dentro de nuestro cuerpo, la colmena, está cubierta de abejas, que son nuestras impurezas y mal karma, el cual debe ser removido hábilmente (por medio de la Gracia del Buda y del Dharma) para ser revelada. El propósito de la aparición del Buda en el mundo es para permitir que todos los seres tengan acceso al Dharma Eterno, el cual es nuestro Mapa de Vida, y nos permite descubrir las Leyes Universales que gobiernan el Cosmos, y así, vivir vidas acordes con la Verdadera Naturaleza de la Realidad. El Buda nos revela el Dharma que nos permite sacar la miel de la colmena, y nos protege de las abejas (las malas enseñanzas falsas) y nos conduce a nuestro Despertar y salvación.

"Oh, buenos hijos, es como un grano de trigo al que aún no le han quitado la cáscara. Alguien empobrecido podría tontamente desdeñarlo y considerarlo algo que debería descartarse. Pero cuando se limpia, siempre se puede utilizar el núcleo. De la misma manera, buenos hijos, cuando observo a los seres sintientes con mi ojo del Buda, veo que la cáscara de los klesas cubre su ilimitada visión del Tathagata. Entonces, con medios hábiles y apropiados, explico el Dharma, para permitirles eliminar esos klesas, purificar su sabiduría universal y alcanzar en todos los mundos la Iluminación más elevada'. 

"Entonces, el Honrado por el Mundo expresó esto en versos, diciendo:

"Es como lo que sucede cuando todos los granos,
cuyas cáscaras aún no han sido lavadas,
son desdeñados por alguien que es pobre,
y dice que son algo que debe ser desechado.
Pero aunque el exterior parezca algo inútil,
el interior es genuino y no debe ser destruido.
Una vez eliminadas las cáscaras,
se convierte en comida digna de un rey.
Veo que todo tipo de seres
tienen un Buddhagarbha escondido por klesas.
Predico la eliminación de esas cosas
para permitirles alcanzar la sabiduría universal.
Así como yo tengo una Naturaleza Búdica,
también la tienen todos los seres.
Cuando la desarrollan y la purifican,
rápidamente alcanzan el sendero más elevado".

Aunque muchos de nosotros hayamos cometidos innumerables pecados y poseamos un increíble mal karma, todos poseemos dentro de nosotros el Espíritu del Buda, el cual no se ve manchado por nuestras acciones, aunque las hayamos cometido por innumerables vidas. Esto nos muestra que todos podemos ser redimidos por el Poder del Buda y su Dharma. El Buda, al vernos, no ve nuestras faltas, sino nuestra Naturaleza Búdica; no ve pecadores, sino hijos, y como todo hijo amado, desea salvarnos, sobre todo, de nosotros mismos. Es por eso que el Buda nos dice que todos somos valiosos; todos hemos llegado aquí con un karma, un propósito, una misión. El Dharma Eterno del Buda nos permite descubrir esta misión; nos permite manifestar el Bodhisattva que llevamos dentro para que seamos de utilidad en la sociedad y lo ayudemos en la salvación de todos los seres. 

"Oh, buenos hijos, es como el oro genuino que ha caído en un pozo de desechos y ha estado sumergido y no ha sido visto durante años. El oro puro no se descompone, pero nadie sabe que está ahí. Pero supongamos que apareciera alguien con una visión sobrenatural y que dijera a la gente: 'Dentro de los desechos impuros hay una prenda de oro genuino. Deberías sacarlo y hacer con él lo que quieras'. De manera similar, buenos hijos, el desperdicio impuro son sus innumerables klesas. La prenda de oro genuino es vuestro Tathagatagarbha. Por esta razón, el Tathagata expone ampliamente el Dharma para permitir que todos los seres destruyan sus klesas, alcancen la verdadera Iluminación y realicen los actos del Buda'.

"En aquel momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como lo que sucede cuando el oro se sumerge
en desechos impuros, donde nadie puede verlo.
Pero alguien con visión sobrenatural lo ve
y se lo cuenta a la gente, diciendo:
'Si lo sacas y lo lavas,
puedes hacer con él lo que quieras',
lo que hace que sus familiares y familiares se regocijen.
La visión del Buda es así.
Él ve que para toda clase de seres,
la Naturaleza del Tathagata no se destruye,
aunque esté sumergida en el lodo fangoso de los klesas.
Así, él expone apropiadamente el Dharma
y les permite manejar todas las cosas,
de modo que los klesas que cubren la Naturaleza Búdica
sean rápidamente eliminados y los seres sean purificados".

El Buda aparece en el mundo y nos revela que no somos el resultado del azar en un universo frío y mecánico, sino que somos una manifestación deseada en la Existencia; somos parte de un Universo Vivo, y el Buda, su Alma, nos muestra su Dharma Eterno, las Leyes Universales que gobiernan el Cosmos para que podamos vivir vidas armónicas con su voluntad y propósito, transformando nuestro aparente Sufrimiento, Impermanencia, Impureza y No-Ser (ser finito y falso) en una Felicidad verdadera, acirde con un propósito; para que podamos vivir en su Vida Eterna, siendo olas en el Gran Océano del Buda Eterno; para que podamos reconocer nuestra Pureza innata, y que todos podemos cambiar y transformar nuestros destinos; y para que todos podamos reconocer al Buda Eterno que mora dentro de sí mismos y de todos los seres, su Verdadero Ser.

Todos poseemos el Espíritu del Buda, y con él, poseemos una poderosa herramienta, innata o adquirida, con la cual manifestaremos nuestra misión del Bodhisattva en esta Tierra. Si bien no la vemos, la poseemos. El Buda la ve y nos la señala; otros muchas veces igualmente la ven. Este peude ser un talento innato que marca una vocació o un ministerio, o un talento desarrollado por nosotros, voluntariamente o involuntariamente (por las fuerzas y las circunstancias de la vida). Este es nuestro Poder del Bodhisattva, así como Avalokiteshavara es el Bodhisattva de la Compasión, Manjushri el Bodhisattva de la Sabiduría, y Ksitigarbha el Bodhisattva de los Votos y los Seis Reinos. Todos poseemos nuestro propio Poder del Bodhisattva. 

"Oh, buenos hijos, es como un tesoro escondido debajo de una casa empobrecida. El tesoro no puede hablar y decir que está ahí, ya que no es consciente de sí mismo y no tiene voz. Es exactamente lo mismo con los seres sintientes. Pero no hay nada que le tema al poder de la visión del Tathagata. El tesoro del Gran Dharma se encuentra dentro de los cuerpos de los seres sintientes. No oye ni es consciente de las adicciones y engaños de los cinco deseos. La Rueda del samsara gira y los seres son sometidos a innumerables sufrimientos. Por lo tanto, los Budas aparecen en el mundo y les revelan el Depósito de Dharma del Tathagata en sus cuerpos. Y creen en ello, lo aceptan y purifican su sabiduría universal. En todas partes, en nombre de los seres, él revela el Tathagatagarbha. Emplea una elocuencia que no conoce obstáculos en nombre de los fieles budistas. De esta manera, buenos hijos, con mi ojo del Buda veo que todos los seres poseen el Tathagatagarbha. Y así, en nombre de los Bodhisattvas, explico este Dharma'.

"En ese momento, el Tathagta se expresó en versos, diciendo:

"Es como un tesoro
dentro de la casa de un hombre empobrecido.
El dueño no se da cuenta,
ni el tesoro puede hablar.
Durante mucho tiempo permanece enterrado en la oscuridad,
ya que no hay nadie que pueda notar su presencia.
Cuando tienes un tesoro pero no lo sabes,
esto causa pobreza y sufrimiento.
Cuando el ojo del Buda observa a los seres sintientes,
ve que, aunque transmigran
a través de los cinco reinos de la reencarnación,
hay un gran tesoro en sus cuerpos
que es eterno e inmutable.
Cuando ve esto, el Buda
Enseña en nombre de todos los seres,
permitiéndoles alcanzar el tesoro de la sabiduría
y la gran riqueza de cuidarse unos a otros.
Si crees lo que te he enseñado
acerca de tener un tesoro,
y lo practicas fiel y ardientemente,
empleando medios hábiles,
rápidamente alcanzarás el sendero más elevado".

Este es uno de los Sutras o Sermones del Buda más sucintos y hermosos dentro de todo el Canon Budista. Ninguna otra enseñanza en otra religión se compara con ella. 

Nuestra Naturaleza Búdica, el Espíritu del Buda, se encuentra oculta en nuestro corazón, y en el de todos los seres, esperando a ser descubierta. Cuando no conocemos esto - cuando no conocemos el Dharma Eterno - somos como personas pobres, pobres física, mental y espiritualmente, pues si no conocemos el Dharma, si no conocemos las Leyes Universales del Buda Eterno, vagamos por la vida sin rumbo, sin Norte ni propósito, satisfaciendo solo nuestros deseos instintuales, como animales. Esto es lo que la mayoría de las personas del mundo hacen; es como la mayoría de los seres viven, sin consideración por los demás ni el medio ambiente. Esto es lo que la mente humana ha concebido, que vivimos un mundo mecánico que sigue leyes físicas; que no existe el espíritu, solo la materia; que la religión es un vestigio de un pasado precientífico, algo falso, y que solo somos moléculas agrupadas por el azar flotando en una partícula de polvo que vaga errante por el universo. Pero el Buda nos revela el Verdadero Camino, la Verdad y la Vida, y nos dice que no tenemos por qué seguri viviendo como personas pobres, como personas mundanas, pues poseemos una Gran Tesorería dentro de notros, llena de paz, calma, eternidad, pureza, de bien. No tenemos que comportarnos como animales, pues podemos aspirar a ser algo inlcuso superior al ser humano: podemos ser Hijos del Buda, Bodhisattvas, y convertirnos en Budas. Es por eso que desde el periodo Mahayana el Buda ya no se dirige a sus discípulos como discípulos, sino como hijos.

La Tierra tiene alrededor de 4,600 millones de años. Los seres humanos hemos estado en la Tierra durante cientos de miles de años, en nuestra forma de homo sapiens. Nuestros primeros ancestros proceden de hace unos 4 a 6 millones de años. Esto quiere decir que hemos vivido por millones de años como animales, como seres empobrecidos, y no fue sino hasta hace apenas 2,500 años que, gracias a la Aparición del Buda y su Revelación de su Dharma Eterno de Salvación, hemos podido a penas vivir como seres humanos. Y aún así, la mayoría de los seres no se distinguen de los animales. Pero el Buda no nos muestra solo cómo ser humanos, sino como ser Bodhisattvas, sus Hijos. Para ello, el Buda nos muestra que, si bien hemos evolucionado de los animales, poseemos una herencia divina, una herencia iluminada, pues todos poseemos su Espíritu. Esto es muestra igualmente de su Paternidad Espiritual, la cual revela posteriormente en el Sutra del Loto. ¿Existe algo más esperanzador? ¿Cómo sería el mundo si todos poseyeran esta Sabiduría? 

Durante millones de años, hemos vivido en la Oscuridad de la Ignorancia, pero ya hemos sido dados la Luz. Ahora, con la Luz del Dharma, podemos iluminar los confines más recónditos de nuestros corazones y encontrar el Espíritu del Buda que mora en nosotros. Con este descubrimiento viene una transformación. Si no hay transformación, no lo has descubierto. Cuando descubrimos nuestra Naturaleza Búdica, vemos el Espíritu del Buda en todos los seres y en la fábrica misma de la Existencia. Esto nos exige actuar con mayor sabiduría y compasión en el mundo, y ayudar al Buda en su trabajo salvífico, haciendo de este mundo una Tierra Pura.

jueves, 18 de abril de 2024

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - Confiando en la Misericordia del Buda Amida

 


Muchas personas que siguen el Camino Tierra Pura temen no asegurar su Renacimiento. Lo mismo sucede con las personas que siguen al Camino Budista que no saben si algún día alcanzarán el Despertar, o la Budeidad. Hablemos primero de alcanzar el Despertar y la Budeidad.

De acuerdo con el Canon y la Tradición Budista, todos los seres poseen el Espíritu del Buda, su Naturaleza Búdica, pues todos somos una emanación del Buda Eterno, el Universo. Por ello, todos los seres poseen la capacidad de alcanzar el Despertar y pueden convertirse en Budas. El Buda mismo predijo la Budeidad de todos sus discípulos en el Sutra del Loto, incluyéndonos a nosotros. Por mi parte, creo que todos podemos alcanzar el Despertar - y de hecho, muchos ya lo han hecho - pero no creo que todos puedan alcanzar la misma Budeidad del Buda. Permítanme explicarme. 

Todos podemos alcanzar el Despertar a nuestra Unidad Fundamental. De hecho, muchos de nosotros hemos tenido algún vislumbre o la totalidad de la experiencia, la cual ha transformado nuestras vidas y nos ha dado la inspiración (por la Gracia del Buda) de reclamar nuestra herencia divina y ser Hijos del Buda, Bodhisattvas, y ayudar en la labor salvífica dhármica del Buda en esta Tierra. Esta es una respuesta al llamado del Buda, una repsuesta que obliga una respuesta, y que no puede ser nada sino afirmativa, en agradecimiento por sus muchas bendiciones. Pero no todos podemos alcanzar la misma Budeidad del Buda. De hecho, ningún ser sintiente - en mi opinión - puede alcanzar la Budeidad del Buda, pues si bien somos uno en Esencia, somos distintos.

Nuestra Budeidad y la Budeidad del Buda son iguales, pero diferentes. Son iguales en Esencia pero diferentes en manifestación. Después de todo, el Buda fue una encarnación de la Personalidad del Cosmos, su Alma, su Consciencia Universal, y nosotros solo somos meras manifestaciones temporales, finitas e imperfectas, que podemos alcanzar un grado innato de cuasi-perfección. Esto es diferente al Renacimiento (Despertar) que el Buda mismo nos brinda en la Tierra Pura (Nirvana).

El Renacimiento (Despertar) en la Tierra Pura (Nirvana) es gracias a la Gracia del Buda Eterno Amida, no algo que alcanzamos por nuestros esfuerzos. Como hemos visto en estas páginas, es algo que nos ha sido regalado, es el Regalo de Salvación, y toda práctica budista es solo aceptación y agradecimiento. Es el consuelo del Buda Eterno en medio de los fuegos de esta casa en llamas que llamamos nuestro mundo. Mas no obstante, al igual que con el Despertar, muchas personas dudan si lo han recibido; si lo "han alcanzado".

El Santo Ippen habla sobre esta duda universal cuando nos dice:

"Todo el mundo se lamenta de que le falta la fe en si el renacimiento está decidido; esto es completamente sin razón. No hay acuerdo en los corazones de los seres necios. El asentamiento (Shinjin) es el Nombre Sagrado. Así, aunque falte la fe en que el renacimiento está establecido, si lo dejas todo en tus labios y recitas el Nombre Sagrado, renacerás. El renacimiento, pues, no depende del corazón; es a través del Nombre Sagrado. Si crees que puedes lograr el renacimiento estableciendo en ti mismo una fe resuelta, sólo volverás nuevamente al funcionamiento de tu propio corazón y mente. Cuando deseches tu propio corazón y te des cuenta plenamente de que es a través del Nombre Sagrado que renaces, entonces este corazón de determinación decisiva también surgirá por sí solo".

Con estas palabras, Ippen nos dice que albergar dudas es natural, pero errado. Es parte de nuestra mente dualista y desconfiada. Pero la infinita Misericordia y Amor del Buda es incondicional. Ya hemos dido salvos, así como ya hemos recibido nuestra predicción de Budeidad en el Sutra del Loto. Solo que nuestros corazones y mentes no necesariamente nos lo permiten experimentarlo. Esto demuestra, no una falta de parte del Buda, sino de nosotros mismos. 

El Santo Ippen nos dice que esta duda nace de nosotros, pero que no debemos de dudar de la Misericordia del Buda, pues, como nos dicen los Sutras, ya hemos sido salvos. Esto es algo que el Maestro Shinran, el fundador del Jodo Shinshu, tocó en una de sus obras, el Tannisho ("Registro de Lamentaciones en las Divergecias de la Fe"). En el mismo, leemos que una persona (Yuien-bo) se dirigió al Maestro Shinran y le dijo:

"'Aunque recito el Nembutsu, la sensación de bailar con alegría (que menciona el Sutra) es débil en mí, y no tengo el deseo de querer ir a la Tierra Pura rápidamente. ¿Cómo debería ser para una persona del Nembutsu?'

"Cuando le preguntó esto al maestro, respondió: 'Yo también he tenido esta pregunta, ¡y a ti se te ocurre lo mismo, Yuien-bo! Cuando reflexiono profundamente sobre ello, por el hecho mismo de que no me regocijo por lo que debería llenarme de tal alegría que bailo en el aire y bailo en la tierra, me doy cuenta aún más de que mi nacimiento está completamente establecido. Lo que suprime el corazón que debe regocijarse y evita que uno se regocije es la acción de las pasiones ciegas. Sin embargo, el Buda, sabiendo esto de antemano, nos llamó 'seres tontos poseedores de pasiones ciegas', tomando así conciencia de que el Compasivo Voto del Otro Poder; De hecho, es por el bien de nosotros mismos, que somos tales seres, que lo encontramos aún más digno de confianza.

"Además, sin pensar en querer ir rápidamente a la Tierra Pura, pensamos con tristeza que podemos morir incluso cuando enfermamos levemente; esta es la acción de pasiones ciegas. Es difícil para nosotros abandonar este viejo hogar de dolor (el cuerpo), donde hemos estado transmigrando durante innumerables kalpas hasta el presente, y no sentimos ningún anhelo por la Tierra Pura, donde todavía tenemos que renacer. En verdad, cuán poderosas son nuestras pasiones ciegas, pero aunque nos sentimos reacios a separarnos de este mundo, en el momento en que nuestros vínculos kármicos con este Mundo Saha se agoten y muramos impotentes, iremos a esa Tierra Pura. El Buda Amida se compadece especialmente de la persona que no piensa en querer ir a la Tierra Pura rápidamente. Reflexionando sobre esto, sentimos el Gran Voto de Compasión de ser aún más dignos de confianza y darnos cuenta de que nuestro renacimiento está decidido. Si tuviéramos la sensación de bailar de alegría y desear ir rápidamente a la Tierra Pura, podríamos preguntarnos si no estaríamos libres de pasiones ciegas".

Con estas palabras, el Maestro Shinran, al igual que le Santo Ippen, nos recuerdan que, aunque el Buda llueve su Gracia sobre nosotros diariamente, rara vez lo vemos y lo sentimos dado an uestras propias limitaciones, mal karma, deseos y pasiones, que como una gran nube, tapan temporeramente la luz del Sol (la Gracia del Buda) sobre nuestra mente y corazón, pero aunque las nubes lo tapen, la Gracia del Buda, como la lluvia o la luz del Sol, siempre llueve y brilla sobre nosotros. 

Por ello, el Santo Ippen y los patriarcas nos recuerdan que debemos de dejar toda calculación mental a un lado y simplemente confiar en la infinita Compasión, Amor y Misericordia del Buda por todos nosotros, sus Hijos. Como nos dice igualmente el Santo Ippen:

"La aseguranza [del Renacimiento] es el Nombre Sagrado. Nuestros cuerpos, nuestros corazones y nuestras mentes son inestables. Este cuerpo va a la deriva en el flujo de la impermanencia; por eso, de instante en instante surge y perece. Esta mente es una mente ilusoria; por tanto, es falso e ilusoria. No confíes en ellos".

Es natural el dudar; es porque dudamos que el Buda nos ha salvado. Si dependiera de nosotros, estaríamos perdidos. Es por eso que el Buda nos salva. Si el deseo de recitar el Nembutsu, el Nombre Sagrado, surge en nosotros, es porque hemos sido salvos. Comos nos dice igualmente Ippen:

"El Poder del Nombre Sagrado es tal que cuando lo recitamos, logramos rerenacer a través del maravilloso e inconcebible funcionamiento del Otro Poder, independientemente de si creemos en él o no. No debes, con tu mente de apego a ti mismo y de Poder Propio, tratar de abordarlo de esta o aquella manera. Dado que la Tierra de la Bienaventuranza es la tierra del no-ser, el renacimiento allí no puede lograrse mediante el apego al yo; debéis nacer a través del Nombre Sagrado."

El Ministerio del Buda: Abordando las Enseñanzas Preparatorias del Buda en el Canon Pali - 1 - El Sutra del Giro de la Rueda del Dharma

 El Buda Shakyamuni, tras alcanzar su Despertar bajo el Arbol Bodhi y manifestar su Budeidad en este mundo, predicó el Sutra Avatamsaka (Sutra de la Guirnalda de Flores) para el preparar el terreno espiritual de este sistema mundial y permitirle a todos los seres alcanzar igualmente su Despertar. Luego de esto, el Buda transfiguró su cuerpo y asumió nuevamente la forma física de un monje asceta, y se dirigió a donde se encontraban sus primeros cinco discípulos para exponerle el Dharma Preparatorio que había ideado y comenzar el trabajo dhármico de abrir los corazones y mentes de los seres, y así, poder revelar eventualmente la Verdad, su Verdadero Dharma Eterno. Con estas primeras enseñanzas, el Buda buscó eliminar todos los conceptos erróneos de los seres sobre el mundo y sobre sí mismos, por lo que su primera tarea fue hacer que se desapeguen de los mismos. 

El Buda, tras manifestar su Budeidad, se dirigió a Benares, en Isipatana, en el Parque de los Ciervos, y allí encontró a sus primeros cinco discípulos, quienes lo habían abandonado tras el Príncipe Asceta haber dejado a un lado las mortificaciones extremas que el grupo pensaba los llevaría a la liberación. Al ver al Príncipe Asceta venir, se pusieron de acuerdo en ignorarlo por haber abandonado el camino del renunciante, pero al ver al Príncipe Asceta acercarse, no pudieron ignorar el aura luminosa que ahora rodeaba a su antiguo compañero del camino. Impresionados por la Luz que emanaba de él, los cinco hicieron espacio para que el Príncipe Asceta se sentara delante de ellos y le contara cómo había alcanzado la cima espiritual. El Buda los miró y sonrió, y los cinco compañeros cayeron al suelo en reverencia. Este no era el Príncipe Asceta que ellos habían abandonado. Entonces, le preguntaron: "Maestro, ¿eres un deva un dios?", a lo que él contestó: "No, no soy un deva". "¿Eres un gandharva, un ser celestial?", a lo que él contestó: "No, no soy un ser celestial". "¿Eres un ser humano?", a lo que él contestó: "No, no soy un ser humano". Finalmente, los discípulos le preguntaron: "Entonces, ¿qué clase de ser eres?". El Príncipe Asceta entonces contestó: "Soy un Buda, un Ser Despierto." Con estas palabras, el Buda dio un preludio de su Verdadera Persona, el Dios de Dioses, pero por el momento, sus discípulos debían pensar que era un ser humano común y corriente que había alcanzando la más alta meta espiritual: el Despertar; se convirtió en un Buda. Desde entonces, sus discípulos lo llamaron el Buda Shakyamuni, qui significa el Despierto Sabio del Clan Shakya.

Ansiosos por poder alcanzar su propio Despertar Espiritual, los cinco discípulos se refugiaron en la Luz Bendita del Buda y le pidieron humildemente que los guiara en el Camino al Despertar. Así, el Buda predicó su primer sermón público, llamado el Giro de la Rueda del Dharma, pues, esta era la primera vez que el Dharma Eterno era pronunciado en el planeta Tierra, y el mismo estaba destinado a cambiar el destino de todos sus seres por la eternidad.

El Buda se dirigió entonces a sus primeros cinco discípulos y les dijo, en las palabras del Sutra:

"Estos dos extremos, Oh monjes, no deberían ser seguidos por un renunciante. ¿Cuáles son éstos dos? Complacencia en los placeres sensuales, esto es bajo, vulgar, ordinario, innoble y sin beneficio; y adicción a la mortificación, esto es doloroso, innoble y sin beneficio. No siguiendo estos dos extremos el Tathagata ha penetrado el Camino Medio que genera la visión, que genera el conocimiento, que conduce a la paz, que conduce a la sabiduría, que conduce a la iluminación y que conduce al Nirvana."

El Buda comienza su Ministerio Público con un sermón sobre el Camino Medio. ¿Cuál es el Camino Medio? Es el camino entre los dos extremos o polaridades que gobiernan el mundo y los seres. Cuando el Buda vivía como un Príncipe, vivía en absoluta opulencia, pero vio que esto no producía la felicidad y que no era conducivo a la espiritualidad. Para embarcarse en su búsqueda espiritual, en la forma de este mundo, abandonó su vida real y se sometió a absoluta pobreza y prácticas ascéticas extremas que pusieron su vida en peligro, pero vio que esto solo lo llevaría a la muerte, por lo que tampoco era conducivo para la búsqueda y la evolución espiritual. Fue cuando abandonó ambos extremos que pudo mostrarle a los seres de este mundo que ambos eran erróneos y que solo podemos crecer humana y espiritualmente cuando vivimos en balance, en moderación. Este Camino Medio se aplica, no solo a nuestro estilo de vida, sino también a nuestros procesos mentales y emocionales, pues debemos de tratar de abandonar los extremos del amor y el odio, lo placentero y lo no placentero, para poder experimentar armonía y paz física, mental y espiritual. 

Los primeros cinco discípulos del Buda estaban apegados a una visión oscura y deprimente de la vida, viendo todo como sufrimiento y como un obstáculo a la espiritualidad, la cual pensaban solo podía ser desarrollada cuando abandonaban todo: familia, posesiones, placer, bienestar, y someterse a duras pruebas ascéticas, las cuales incluían no comer por días o semanas y mortificar su cuerpo para poder tener un vislumbre de la salvación, acabando así con el deseo, y no volviendo a renacer en este mundo ni en el Cosmos. En fin, los ascetas del tiempo del Buda negaban el mundo para poder así desapegarse del mismo y abandonarlo para siempre, no volviendo a renacer más en el mismo. Con este primer sermón, el Buda trata de hacerles entender que este acercamiento está errado y que no conduce a la cima espiritual, la cual llama el Nirvana, la paz.

"¿Cuál, Oh monjes, es el Camino Medio que el Tathagata ha penetrado que genera la visión, que genera el conocimiento, que conduce a la paz, que conduce a la sabiduría, que conduce a la Iluminación y que conduce al Nirvana? Simplemente este Noble Sendero Óctuple; es decir, Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recta Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración. Éste, Oh monjes, es ese Camino Medio que el Tathagata ha penetrado que genera la visión, que genera el conocimiento, que conduce a la paz, que conduce a la sabiduría, que conduce a la iluminación y que conduce al Nirvana."

El Buda, desde el principio de su ministerio, se llama a sí mismo el "Tathagata" que significa "Aquel Que Ha Venido de la Talidad" o de la Verdadera Realidad. Poco sus discípulos entienden las implicaciones de este título, el cual el Buda revela doce años más tarde.

En estas líneas, vemos que el Buda delinea para sus discípulos un Camino Budista para poder alcanzar - o comenzar a vislumbrar - el estado espiritual al que él había llegado. Este es el Noble Sendero Octuple, el cual veremos con detalle posteriormente. Ahora, el Buda revela otra de sus primeras doctrinas, la doctrina de las Cuatro Nobles Verdades:

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad del Sufrimiento. El nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, asociarse con lo indeseable es sufrimiento, separarse de lo deseable es sufrimiento, no obtener lo que se desea es sufrimiento. En breve, los cinco agregados de la adherencia son sufrimiento."

El Buda comienza su doctrina de la Cuatro Nobles Verdades, la cual lo acompañará en todo su Dharma (con diferentes interpretaciones), apelando a la creencia de los ascetas de que la vida es sufrimiento, pero la palabra sufrimiento es solo una traducción de muchas de la palabra "Dukkah", que se puede traducir también como "insatisfacción". Vivimos la vida con un sentimiento de vacío innato, ignorantes a nuestra Verdadera Naturaleza, nuestro origen, propósito y misión. Esto es el resultado natural de la evolución del Universo, el cual, para manifestarse como muchos y de infinitas formas, debe asumir una forma finita en el espacio, el tiempo y en conocimiento - la Ignorancia Fundamental. Esto es explicado en el Sutra Avatamsaka, en El Mundo del Despertar: El Primer Sermón del Buda en el Mundo - Las Enseñanzas del Sutra Avatamsaka (Hikari Publishing, 2023). 

En la Primera Noble Verdad, el Buda nos dice que el nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte son sufrimiento. No podemos discutir esta enseñanza. Nacemos llorando e ignorantes a un mundo que está lleno de dificultades y maldad; y mientras vivimos, nos enfermamos, envejecemos y morimos, y no solo morimos nosotros, sino que mueren igualmente todos los seres que amamos. Todo esto nos causa dolor y sufrimiento, pues deseamos que las cosas fueran diferentes. Luego de esto, el Buda detalla otros cuatro sufrimientos, que junto con los primeros, forman los Ocho Sufrimientos básicos que experimentan todos los seres, como el afrontar personas o circunstancias no agradables, el que las personas que amamos y las cosas que nos gustan som impermanentes y no duran para siempre, el que no siempre las cosas salen como deseamos, y el que el cuerpo decae, envejece, sufre dolencias, y no solo nuestro cuerpo, sino que experimentamos sentimientos poco agradables como el dolor, la tristeza, el odio...en fin. El mundo está caracterizado por la insatisfacción, y tanto pobres como ricos pueden dar testimonio de ello. Nadie escapa estos Ocho Sufrimientos. Experimentamos esta insatisfacción y sufrimiento porque no entendemos la Verdadera Naturaleza del mundo; porque no conocemos las Leyes Universales del Dharma. Con esta primera predicación, el Buda comienza a abrir las puertas de la salvación y del Despertar para todos los seres. Esta fue la razón para su aparición en este mundo.

Algo que el Buda no les dice ahora es que, en muchas formas, esta insatisfacción es la clave universal para que los seres busquen la espiritualidad y evolucionen, para descubrir su Unidad fundamental con el Cosmos y trabajen unos con otros para llevar el mismo a la Iluminación; hacer del mismo una Tierra Pura. Pero esto es algo para un futuro.

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad del Origen del Sufrimiento. Es el deseo que produce nuevos renacimientos, que acompañado con placer y pasión encuentra siempre nuevo deleite, ahora aquí, ahora allí. Es decir, el deseo por los placeres sensuales, el deseo por la existencia y el deseo por la no-existencia."

La Segunda Noble Verdad nos dice que el origen del sufrimiento es el deseo. Ahora, existen deseos positivos, deseos neutrales y deseos negativos, y la distinción entre ellos es sutil. El deseo es el motor de la Existencia. El Cosmos evoluciona por el deseo, el cual no es malo innatamente, sino que se vuelve negativo cuando es mal canalizado. Deseos positivos son los deseos necesarios para vivir, como el deseo de comer, el deseo de un techo o seguridad, el deseo de descanzar, el deseo de estar acompañado por amigos y seres queridos, el deseo de ser de utilidad para la sociedad y el planeta, etc. Estos mismos deseos se pueden volver negativos cuando se vuelven - como el Buda mismo advirtió inicialmente - en extremos, sobre todo, extremos egoístas, como el deseo de comer excesivamente (lo cual lleva al a gula, la enfermedad y el sobrepeso), el deseo de acumular riquezas a costas de los demás sin compartir con otros, el deseo de sobre dormir (o no hacer nada, la vagancia), el deseo de poseer a nuestras amistades y parejas, el deseo de utilizar los recursos y a los demás para nuestros fines egoístas, etc. Así, el deseo no es malo en sí mismo, sino que depende de cómo lo utilicemos. Esta Segunda Noble Verdad no es una condena; no es un llamado del Buda a abandonar el deseo (esto sería un extremo), sino a moderarlo y usarlo sabia y compasivamente. 

Hasta ahora, el Buda ha apelado a la creencia inicial de sus discípulos; ha hablado en su lenguaje. Muchos budistas creen erróneamente que esto es todo el Budismo, algo pesimista que pregona el abandono del mundo, pero estas son solo las primeras dos de las Cuatro Nobles Verdades. Las otras dos verdades nos llevan de la deseperanza y el sufirmiento a la esperanza y la felicidad.

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad de la Cesación del Sufrimiento. Es la total extinción y cesación de ese mismo deseo, su abandono, su descarte, liberarse del mismo, su no-dependencia."

La Tercera Noble Verdad nos dice que, si bien el mundo es experimentado predomnantemente como un lugar lleno de sufrimiento e insatisfacción, podemos verlo y experimentarlo de forma diferente. Para ello, debemos de abandonar nuestras nociones erróneas de mundo, y de nosotros mismos. Debemos de aprender a desaprender. Este es el propósito del Dharma Eterno del Buda. Pero para poder comenzar este proceso, a veces debemos de descartarlo todo,y como hijos de un padre rico, debemos de abandonar nuestro hogar y experimentar la absoluta miseria, recogiendo estiércol, para luego llegar a la casa de nuestro padre transformados. Para poder cambiar algo, primero debemos de reconocerlo y distanciarnos y verlo con una nueva perspectiva, desapegada. Por esto, el Buda predica temporeramente que sus discípulos deben de abandonar el deseo. Así, el Buda permite que sus discípulos abandones igualmente sus nociones erróneas y abran sus mentes y corazones a un verdadero cambio.

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad del Sendero que conduce a la Cesación del Sufrimiento. Simplemente este Óctuple Noble Sendero; es decir, Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recta Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración."

Aquí el Buda nuevamente predica la doctrina del Noble Sendero Octuple, el cual  es el primer peldaño a nuestra nueva vida. El Noble Sendero Octuple es:

1. Recto Entendimento, o Visión Correcta, se refiere a ver las cosas correctamente, de acuerdo con la Verdadera Naturaleza de la Realidad que el Buda poco a poco revela. Es dejar de ver las cosas desde nuestor ser finito y falso, nuestro ego, y verlas desde los ojos de un Iluminado; ver nuestra Unidad Fundamental con todos los seres y la Existencia.

2. Recto Pensamiento es comprender la Verdadera Naturaleza de la Realidad y comenzar a actuar en base a ella, lo cual comienza con nuestros pensmamientos, los cuales son los precursores de nuestras palabras y acciones. Estas son las Tres Fuentes de Acción Kármica. Los buenos pensamientos producen buenas palabras y buenas acciones, los cuales a si vez crean buenos patrones mentales y permiten que proliferen y sean nuestra actitud hacia la vida.

3. Recto Lenguaje significa decir la Verdad de forma hábil y crear buen Karma. Es evitar los Cuatro Males de la Palabra de la mentira, la calumnia, el chisme, el decir malas palabras y cosas hirientes y tratar de llevarnos sabia y compasivamente con los demás.

4. Recta Acción significa actuar en el mundo en base a la Verdadera Naturaleza de la Realidad, reconociendo nuestra interconexión, nuestra Unidad Fundamental, con todos los seres y el planeta, no desde nuestros deseos y pasiones egoístas. Es no cometer los Tres Males del Cuerpo de matar, robar, y cometer actos sexuales ilícitos y egoístas. Esto nos permite actuar con sabiduría y compasión.

5. Recta Vida significa vivir una vida acorde con el Dharma, con las Leyes Universales reveladas por el Buda. Es vivir en pensamiento, palabra y acción de una forma armónica con los demás seres y el ambiente. Es obtener nuestras necesidades de forma sabia, compasiva y consciente, buscando ser útiles para la sociedad.

6. Recto Esfuerzo es tratar de vivir una vida acorde con el Verdadero Dharma del Buda Eterno. Es estudiar el Dharma, profundizar en la fe, y poner la Enseñanza del Buda en práctica en todos los aspectos de nuestras vidas. Es ser Hijos del Buda, Bodhisattvas, en la Tierra. 

7. Recta Atención significa tener en mente en todo momento la Verdadera Naturaleza de la Realidad y actuar conscientemente, no siguiendo nuestros patrones habituales e instintuales. Es estar siempre concientes del Espíritu del Buda en nuestro interior, nuestra Naturaleza Búdica, así como en el interior de todos los seres.

8. Finalmente, la Recta Concentración es comulgar con el Buda, por medio de la Meditación o la Recitación del Nombre Sagrado, el Nembutsu, y tener el Buda siempre en mente y en nuestro corazón, y tratar de que sea el Buda quien guiar nuestras acciones, para realizar su Voluntad en el mundo y llevar a todos los seres al Despertar y la salvación.

Si bien algunos de estos puntos no se encuentran en este Sutra, los mismos ilustran la Verdadera Enseñanza del Buda, su fin real con esta predicación inicial, y fueron revelados por el Buda en su Gran Revelación en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana. El seguir el Dharma Eterno del Buda nos premite tranformar el Sufrimiento, la Impermencia, la Impureza y el No-Ser (ser finito y falso) en Felicidad, Eternidad, Pureza y Verdadero Ser, y traformar este mundo en una Tierra Pura.

Ahora, el Buda les revela que esta Enseñanza no fue recibida de ningún maestro o dios en la Tierra, sino que ha sirgido de sí mismo (pues el Buda Shakyamuni es una encarnación del Buda Eterno, el Alma del Cosmos), y que si la ponen en práctica, podrán comprobar la Verdad contenida en ellas. 

Para segir apelando a sus deseos y cosmovisión, pero a su vez, para irla trasformando, el Buda ahora les dice que cuando despertó a esta Verdad bajo el Arbol Bodhi, dijo: "Irreversible es la liberación de mi mente. Éste es mi último nacimiento. No hay nueva existencia". El Buda aquí les presenta una meta hábil, una "ciudad fantasma": la posibilidad de no volver a renacer en la Existencia. Esta era la meta que muchos de ellos buscaban, no volver a nacer, y con ello, dejar de sufrir para siempre. Esta fue una meta ilusoria, hábil, que el Buda les dió para que, una vez creyeran que habían llegado a ella, pudiera revelarles una meta superior; para que una vez creyeran que habían llegado a ella, pudieran ellos mismos ver que no era realmente una meta, sino una escapatoria, y que realmente, no hay salida del Samsara, de la Existencia, pues la vida es eterna, y aunque somos una manifestación temporarl y finita del Universo, somos una de las formas a través y por la cual el Cosmos mismos puede manifestar su Budeidad; alcanzar su Despertar, pero para ello, se requiere de la labor de incontables seres en el Despertar y la salvación de todos los seres sintientes, pues todos estamos interconectados; todos somos Uno. Ser discípulos del Buda significa renacer voluntariamente, y con el poder de nuestros Votos del Bodhisatva, mantener un nivel de cohesión en la disolución de los Skandhas (hablaremos más sobre ellos), y realizar, vida tras vida, la labor salvífica del Buda por todo el Cosmos como Bodhisattvas, como Hijos del Buda. Esto el Buda lo revelaría en el Sutra del Loto.

Cuando los cinco discípulos escucharon estas palabras doradas del Buda, fueron inspirados por la Gracia del Buda y lograron comprender completamente lo que el Buda había expuesto. Entonces, sus corazones y mentes se abrieron un poco. Ya no había vuelta atrás. Estos primeros cinco discípulos habían finalmente encontrado la religión que estaban buscando, la Verdadera Religión, y ahora, estaban comprometidos a seguir al Buda hasta el final de sus vidas y llevar a todos los seres a su Dharma de Salvación. 

Cuando el Buda predicó este Sutra, todos los seres celestiales se regocijaron, pues sabían que el mundo por fin estaría cambiando. Ya no serán fuertes las garras de Mara, el Maligno. El Buda ahora estaba devolviendo el mundo a su verdadero dueño, el Buda Eterno. Por fin, la Rueda del Dharma había sido puesta en movimiento con la conversión de los primeros cinco discípulos. 

Las buenas nuevas de la Revelación Dhármica se extendieron por todos los confines del Universo, y todos los mundos se estremecieron. La Luz por fín había aparecido y había comenzado a purificar el mundo. 

"Después el Buda pronunció esta expresión de alegría: 'Amigos, Kondañña realmente ha comprendido. Amigos, Kondañña realmente ha comprendido.' Y el Venerable Kondañña fue llamado Aññasi-Kondañña. Y el Venerable Aññasi-Kondañña, habiendo penetrado, alcanzado, comprendido las Nobles Verdades, habiéndose sumergido en ellas, habiendo abandonado la duda y la incertidumbre, habiendo alcanzado perfecta convicción y no dependiendo de nadie en la religión de Maestro, se dirigió al Buda: 'Venerable Señor, deseo recibir la ordenación en la presencia del Buda, deseo recibir la alta ordenación'.

"'Acércate monje', dijo el Buda. 'Bien expuesta está la Doctrina. Practique la vida noble para completamente poner fin al sufrimiento'. Y ésa simplemente fue la ordenación del Buda".

El Buda entonces nombró nuevamente a sus discípulos, pues, aunque no lo sabían completamente, habían renacido a una vida nueva. Así, se establece en el mundo por primera vez la Sangha, la Orden y la Comunidad Budista.

Aquí concluye el primer sermón público del Buda, el Sutra de Giro de la Rueda del Dharma. Desde que el Dharma fue predicado en la India hace más de 2,500 años, el mismo se ha expandido por todo el planeta, gracias al espíritu misionero de los Hijos del Buda. Es gracias a esta sucesión siscipular que hoy podemos refugiarnos en el Buda, su Dharma (Enseñanza), y su Sangha (Comunidad - Iglesia).