Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 19 de abril de 2024

El Espíritu del Buda: Las Enseñanzas de los Sutras Tathagatagarbha - El Sutra de la Naturaleza Búdica 1

 Entre los Sermones del Buda encontrados en el Canon Budista, encontramos una serie de discursos sobre el Espíritu del Buda innato en todos los seres, la Naturaleza Búdica. Al principio de su ministerio público, el Buda negó la existencia de un "Alma" (Atman) que fuera eterno, inmutable e independiente, para que sus discípulos pudieran desapegarse de sus conceptos erróneos de sí mismos y del mundo que imperaban en su época y puedieran abrir sus mentes y corazones para la Verdad. Sin embargo, durante el transcurso de su ministerio iluminado, y especialmente, en la década final de su vida en la Tierra, el Buda reveló que sí existe un Espíritu dentro de todos los seres, el cual es eterno, pero no separado del Todo, pues es uno con el Buda y con todos los seres sintientes. Este es su Espíritu, el Espíritu del Buda Eterno, que mora en el corazón de todos nosotros, y es gracias a ese Espíritu que los seres pueden alcanzar el Despertar y la Budeidad. Estos sermones dentro del Canon Budista se conocen como los Sutras Tathagatagarbha, que culminan con el último sermón dado por el Buda en este mundo, el Sutra del Nirvana.

El Sutra de la Naturaleza Búdica (Sutra del Tathagatagarbha) es un sermón dado por el Buda durante la última década de su tiempo en la Tierra, y dilucida con ocho símiles la Naturaleza Búdica, el Espíritu del Buda en todos los seres, que es llamado "Tathagatagarbha" o "Matríz Búdica". El término "Tathagatagarbha" se compone de "Tathagata" que es un epíteto del Buda que se puede traducir como "Aquel que Viene de la Talidad o del Mundo de la Unidad", y "Garbha", que se puede traducir como "Embrión" o "Matriz". Ambos términos, "embrión" y "matriz" son significativos, pues nos muestran dos formas de ver la Naturaleza Búdica.

La Naturaleza Búdica en todos los seres es como un "embrión", una "semilla", que existe dentro de todos los seres vivos, que se puede cultivar para producir un Buda, un Ser Despierto. El método de cultivo es el Camino Budista, que se compone de la fe, el estudio y la práctica del Dharma ETerno revelado por el Buda. Pero a su vez, el Cosmos entero es una matriz destinada a producir Budas; el Cosmos entero está en vías de Iluminación. El Sutra de la Naturaleza Búdica fue una de las primeras revelaciones sobre esta Verdad dada a los seres. 

"Así lo he oído. Una vez el Buda se alojaba en el Pico del Buitre, cerca de Rajagrha, en la sala de conferencias de un pabellón de muchos niveles construido con fragante sándalo. Había alcanzado la Budeidad diez años antes y estaba acompañado por una asamblea de cientos y miles de grandes monjes y una multitud de Bodhisattvas y grandes seres sesenta veces el número de arenas del río Ganges".

Estas palabras ponen el Sutra en su contexto histórico y dentro del Plan Dhármico de Salvación del Buda que el Gran Maestro Chih-i sistematizó como los Cinco Periodos, y nos dice que este sermón fue dado temprano en la carrera misionera del Buda, luego de los Sutras Agamas, temprano en el Periodo Mahayana. Es por esto que aparecen Bodhisattvas entre la multitud, quienes no habían revelado su existencia sino hasta que el Buda comenzó a predicar los Sutras Mahayana.

Las palabras "Así he oído" significan que este sermón fue uno predicado por el Buda y recordado por Ananda, su primo biológico y discípulos más cercano quien tenía una muy buena memoria y pudo recordar todos los sermones dados por el Buda en su vida. Tras el paso físico del Buda en la Tierra, Ananda y los discípulos más avanzados - por el Poder del Buda - organizaron Concilios para recitar la Palabra del Buda y pasarla fielmente a la posteridad. Este fue uno de los sermones que fueron pasados por siglos hasta que fueron compuestos en hojas de papiro atadas por un hilo. De ahí la palabra "Sutra".

El Sutra ahora describe la audiencia; quiénes se encontraban presentes en ese momento, y sus logros espirituales. Entre ellos, se encontraban Grandes Bodhisattvas Trascendentales como el Bodhisattva Avalokiteshvara, el Bodhisattva Manjushri, el Bodhisttva Maitreya, y muchos otros. Igualmente, entre ellos, se encontraban muchos dioses y seres celestiales. Todos se encontraban congregados alrededor del Buda para escuchar el Dharma.

"En ese momento, el Buda se sentó erguido a meditar en el pabellón de sándalo y, con sus poderes sobrenaturales, realizó una exhibición milagrosa. Aparecieron en el cielo una innumerable cantidad de flores de loto de mil pétalos, tan grandes como ruedas de carro, llenas de colores y fragancias que uno no podía comenzar a enumerar. En el centro de cada flor había una imagen conjurada de un Buda. Las flores se elevaron y cubrieron los cielos como un estandarte enjoyado, cada flor emitía innumerables rayos de luz. Todos los pétalos desplegaron simultáneamente su esplendor y luego, a través de los poderes milagrosos del Buda, todos se marchitaron en un instante.

"Dentro de las flores, todas las imágenes de Buda estaban sentadas con las piernas cruzadas en posición de loto, y cada una emitía innumerables cientos de miles de rayos de luz. El adorno del lugar en ese momento era tan extraordinario que toda la asamblea se regocijó y bailó extasiada. De hecho, fue tan extraño y extraordinario que todos comenzaron a preguntarse por qué todas las innumerables flores maravillosas debían ser destruidas repentinamente. A medida que se marchitaban y oscurecían, el olor que desprendían era fétido y repugnante.

"En ese momento el Honrado por el Mundo se dio cuenta de por qué los bodhisattvas estaban perplejos, por lo que se dirigió al Bodhisattva Vajramati (Sabiduría Adamantina) y dijo: 'Oh, buen hijo. Si hay algo en las enseñanzas del Buda que te deja perplejo, no dudes en preguntar al respecto'. El Bodhisattva Vajramati sabía que todos en la asamblea estaban perplejos, y se dirigió al Buda diciendo: 'Oh, Honrado por el Mundo, ¿por qué hay imágenes del Buda conjuradas en todas las innumerables flores? ¿Y por qué ascendieron a los cielos y cubrieron el mundo? ¿Y por qué cada una de las imágenes del Buda emitió incontables cientos de miles de rayos de luz?'

"Todos en la asamblea observaron y luego juntaron sus manos en señal de respeto. En ese momento, el Bodhisattva Vajramati habló en versos y dijo:

"Nunca he sido testigo
de una manifestación milagrosa como la de hoy.
¡Ver cientos de miles y millones de Budas
Sentados en los cálices de las flores de loto,
cada uno emitiendo innumerables corrientes de luz,
llenando todos los campos,
eliminando la suciedad de los falsos maestros,
y adornando todos los mundos!
Los lotos se marchitaron de repente;
No había uno que no fuera repugnante.
Ahora cuéntanos,
¿por qué mostraste esta visión conjurada?'"

Aquí, el Bodhisattva Vajramati habla en nombre de todos en la audiencia, y sobre todo, por todos nosotros, quienes recibimos esta Enseñanza en la Era Final del Dharma. El Buda, durante toda su vida, realizó espectáculos milagrosos para poder permitir que sus discípulos trasciendan sus límites mentales y espirituales, pero también, para dejarles saber, poco a poco, a medida que pasaban los años, que él no era un simple maestro y un humano. Estos espectáculos milagrosos también contenían muchas enseñanzas, como la que el Buda ahora va a dilucidar.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo habló a Vajramati y a los demás Bodhisttvas y les dijo: 'Buenos hijos, existe un gran sermón llamado 'Tathagatagarbha', el cual es predicado en su momento por todos los Budas del pasado, presente y futuro. Fue porque quería explicártelo que te mostré estos signos. Todos debéis escuchar atentamente y reflexionar bien'.

"El Buda dijo: 'Buenos hijos, se puede establecer una comparación entre las innumerables flores conjuradas por el Buda que de repente se marchitaron y las innumerables imágenes conjuradas del Buda con sus muchos adornos, sentados en posición de loto dentro de las flores, que arrojaron una luz tan extraordinariamente rara que no hubo nadie en la asamblea que no mostrara reverencia. De manera similar, buenos hijos, cuando observo a todos los seres con mi ojo del Buda, veo que escondido dentro de los klesas (impurezas) de la codicia, el deseo, la ira y la estupidez, está sentada, augusta e inmóvil, la Sabiduría del Tathagata, el la Visión del tathagata y el Cuerpo del Tathagata, y su Espíritu. Buenos hijos, todos los seres, aunque se encuentran con todo tipo de klesas, tienen un Tathagatagarbha que está eternamente inmaculado y que está repleto de virtudes que no son diferentes a las mías. Además, buenos hijos, es como una persona con visión sobrenatural que puede ver los cuerpos de los Tathagatas sentados en posición de loto dentro de las flores, aunque los pétalos aún no estén desplegados; mientras que después de que se han quitado los pétalos marchitos, esos Tathagatas se manifiestan para que todos los vean. De manera similar, el Buda realmente puede ver los Tathagatagarbhas de los seres sintientes. Y como quiere revelarles el Tathagatagarbha, les expone los Sutras y el Dharma para destruir los klesas y revelar la Naturaleza Búdica que mora en ellos. Buenos hijos, tal es el Dharma de todos los Budas. Ya sea que aparezcan Budas en el mundo o no, los Tathagatagarbhas de todos los seres son eternos e inmutables. Es sólo que están cubiertos por los klesas de los seres sintientes. Cuando el Tathagata aparece en el mundo, expone el Dharma por todas partes para eliminar su ignorancia y tribulación y purificar su sabiduría universal. Buenos hijos, si hay un Bodhisattva que tiene fe en esta enseñanza y la practica con determinación, alcanzará la liberación y la verdadera Iluminación, y por el bien del mundo realizará actos búdicos en todas partes'.

En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como las flores marchitas;
Antes de que sus pétalos se hayan abierto,
Quien con visión sobrenatural puede ver
El cuerpo inmaculado del Tathagata.
Después de quitar las flores marchitas,
se ve, sin obstáculos, al Maestro,
Quien, para cortar los klesas,
aparece triunfalmente en el mundo.
El Buda ve que todo tipo de seres
poseen universalmente el Tathagatagarbha,
El cual está cubierto por innumerables klesas,
como una maraña de pétalos marchitos y malolientes.
Así que yo, en nombre de todos los seres,
explico en todas partes el Verdadero Dharma,
para ayudarlos a eliminar sus klesas
y alcanzar rápidamente el Camino del Buda.
Veo con mi ojo del Buda
Que en los cuerpos de todos los seres
yace oculto el Buddhagarbha,
Por eso explico el Dharma para revelarlo".

Aquí el Buda responde las preguntas del Bodhisattva Vajramati y le dice que, igual como las flores contenían Budas en sus centros, cuya luz se esparcía en todas las direcciones aún cuando sus flores se marchitaba y podrían, de igual forma, todos los seres poseen dentro de sí el Espíritu del Buda, su Naturaleza Búdica, aunque la misma esté cubierta por impurezas, deseos, pasiones y mal karma, y por ello, los seres no pueden verla. Aunque la misma esté cubierta, la Naturaleza Búdica se mantiene inmóvil, impoluta, y brilla puramente. Esta Naturaleza Búdica contiene la visión, la sabiduría y el poder del Buda. Solo los Budas pueden verla; incluso los Bodhisattvas no pueden necesariamente vislumbrarla en los seres; solo la asumen con fe. De igual forma, aunque no la veamos, debemos tener fe en la Palabra del Buda y trabajar arduamente para descubrirla, no solo en nosotros, sino también descubrirla en todos los seres. Quien pueda descrubrir su Naturaleza Búdica verá que es uno con el Buda, y puede manifestar su Budeidad Innata, realizando la labor del Buda en el mundo. Es por esto que posteriormente el Buda le dice a todos sus discípulos y devotos que todos serán Budas, pues todos poseen al Buda Eterno en su corazón.

Ahora, el Buda utiliza nueve símiles para poder permitirle a los seres comprender, aunque sea someramente - pues solo puede ser descubierta y experimentada - la Naturaleza Búdica.

"Oh, buenos hijos, es como miel pura en una cueva o en un árbol, rodeada y protegida por un enjambre incontable de abejas. Puede suceder que aparezca una persona que conozca algunas técnicas inteligentes. Primero se deshace de las abejas y toma la miel, y luego hace con ella lo que quiere, comiéndola o regalándola a todas partes. De manera similar, buenos hijos, todos los seres sintientes poseen innatamente el Tathagatagarbha. Es como miel pura en una cueva o en un árbol, que está cubierta de klesas, como un enjambre de abejas, que le impiden llegar a ella. Con mi ojo del Buda lo veo claramente y con medios hábiles apropiados explico el Dharma para destruir los klesas y revelar la visión del Buda. Y en todas partes realizo actos del Buda para el beneficio del mundo'.

"Entonces, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como lo que sucede con la miel de una cueva o de un árbol,
aunque esté rodeada de innumerables abejas,
es tomada por alguien que conoce una técnica inteligente
para deshacerse primero del enjambre.
El Tathagatagarbha de los seres sintientes
es como la miel en una cueva o en un árbol.
El enredo de la ignorancia y la tribulación
es como el enjambre de abejas
que impiden llegar a ella.
Por el bien de todos los seres,
explico el Verdadero Dharma con medios hábiles,
eliminando las abejas de los klesas,
revelando el Tathagatagarbha.
Dotado de una elocuencia que no conoce obstáculos,
predico el Dharma del dulce rocío,
aliviando compasivamente a los seres sintientes,
ayudándolos en todas partes a alcanzar la verdadera Iluminación".

Este es un hermoso símil donde el Buda compara nuestra Naturaleza Búdica a la miel, que aunque se encuentra dentro de nuestro cuerpo, la colmena, está cubierta de abejas, que son nuestras impurezas y mal karma, el cual debe ser removido hábilmente (por medio de la Gracia del Buda y del Dharma) para ser revelada. El propósito de la aparición del Buda en el mundo es para permitir que todos los seres tengan acceso al Dharma Eterno, el cual es nuestro Mapa de Vida, y nos permite descubrir las Leyes Universales que gobiernan el Cosmos, y así, vivir vidas acordes con la Verdadera Naturaleza de la Realidad. El Buda nos revela el Dharma que nos permite sacar la miel de la colmena, y nos protege de las abejas (las malas enseñanzas falsas) y nos conduce a nuestro Despertar y salvación.

"Oh, buenos hijos, es como un grano de trigo al que aún no le han quitado la cáscara. Alguien empobrecido podría tontamente desdeñarlo y considerarlo algo que debería descartarse. Pero cuando se limpia, siempre se puede utilizar el núcleo. De la misma manera, buenos hijos, cuando observo a los seres sintientes con mi ojo del Buda, veo que la cáscara de los klesas cubre su ilimitada visión del Tathagata. Entonces, con medios hábiles y apropiados, explico el Dharma, para permitirles eliminar esos klesas, purificar su sabiduría universal y alcanzar en todos los mundos la Iluminación más elevada'. 

"Entonces, el Honrado por el Mundo expresó esto en versos, diciendo:

"Es como lo que sucede cuando todos los granos,
cuyas cáscaras aún no han sido lavadas,
son desdeñados por alguien que es pobre,
y dice que son algo que debe ser desechado.
Pero aunque el exterior parezca algo inútil,
el interior es genuino y no debe ser destruido.
Una vez eliminadas las cáscaras,
se convierte en comida digna de un rey.
Veo que todo tipo de seres
tienen un Buddhagarbha escondido por klesas.
Predico la eliminación de esas cosas
para permitirles alcanzar la sabiduría universal.
Así como yo tengo una Naturaleza Búdica,
también la tienen todos los seres.
Cuando la desarrollan y la purifican,
rápidamente alcanzan el sendero más elevado".

Aunque muchos de nosotros hayamos cometidos innumerables pecados y poseamos un increíble mal karma, todos poseemos dentro de nosotros el Espíritu del Buda, el cual no se ve manchado por nuestras acciones, aunque las hayamos cometido por innumerables vidas. Esto nos muestra que todos podemos ser redimidos por el Poder del Buda y su Dharma. El Buda, al vernos, no ve nuestras faltas, sino nuestra Naturaleza Búdica; no ve pecadores, sino hijos, y como todo hijo amado, desea salvarnos, sobre todo, de nosotros mismos. Es por eso que el Buda nos dice que todos somos valiosos; todos hemos llegado aquí con un karma, un propósito, una misión. El Dharma Eterno del Buda nos permite descubrir esta misión; nos permite manifestar el Bodhisattva que llevamos dentro para que seamos de utilidad en la sociedad y lo ayudemos en la salvación de todos los seres. 

"Oh, buenos hijos, es como el oro genuino que ha caído en un pozo de desechos y ha estado sumergido y no ha sido visto durante años. El oro puro no se descompone, pero nadie sabe que está ahí. Pero supongamos que apareciera alguien con una visión sobrenatural y que dijera a la gente: 'Dentro de los desechos impuros hay una prenda de oro genuino. Deberías sacarlo y hacer con él lo que quieras'. De manera similar, buenos hijos, el desperdicio impuro son sus innumerables klesas. La prenda de oro genuino es vuestro Tathagatagarbha. Por esta razón, el Tathagata expone ampliamente el Dharma para permitir que todos los seres destruyan sus klesas, alcancen la verdadera Iluminación y realicen los actos del Buda'.

"En aquel momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como lo que sucede cuando el oro se sumerge
en desechos impuros, donde nadie puede verlo.
Pero alguien con visión sobrenatural lo ve
y se lo cuenta a la gente, diciendo:
'Si lo sacas y lo lavas,
puedes hacer con él lo que quieras',
lo que hace que sus familiares y familiares se regocijen.
La visión del Buda es así.
Él ve que para toda clase de seres,
la Naturaleza del Tathagata no se destruye,
aunque esté sumergida en el lodo fangoso de los klesas.
Así, él expone apropiadamente el Dharma
y les permite manejar todas las cosas,
de modo que los klesas que cubren la Naturaleza Búdica
sean rápidamente eliminados y los seres sean purificados".

El Buda aparece en el mundo y nos revela que no somos el resultado del azar en un universo frío y mecánico, sino que somos una manifestación deseada en la Existencia; somos parte de un Universo Vivo, y el Buda, su Alma, nos muestra su Dharma Eterno, las Leyes Universales que gobiernan el Cosmos para que podamos vivir vidas armónicas con su voluntad y propósito, transformando nuestro aparente Sufrimiento, Impermanencia, Impureza y No-Ser (ser finito y falso) en una Felicidad verdadera, acirde con un propósito; para que podamos vivir en su Vida Eterna, siendo olas en el Gran Océano del Buda Eterno; para que podamos reconocer nuestra Pureza innata, y que todos podemos cambiar y transformar nuestros destinos; y para que todos podamos reconocer al Buda Eterno que mora dentro de sí mismos y de todos los seres, su Verdadero Ser.

Todos poseemos el Espíritu del Buda, y con él, poseemos una poderosa herramienta, innata o adquirida, con la cual manifestaremos nuestra misión del Bodhisattva en esta Tierra. Si bien no la vemos, la poseemos. El Buda la ve y nos la señala; otros muchas veces igualmente la ven. Este peude ser un talento innato que marca una vocació o un ministerio, o un talento desarrollado por nosotros, voluntariamente o involuntariamente (por las fuerzas y las circunstancias de la vida). Este es nuestro Poder del Bodhisattva, así como Avalokiteshavara es el Bodhisattva de la Compasión, Manjushri el Bodhisattva de la Sabiduría, y Ksitigarbha el Bodhisattva de los Votos y los Seis Reinos. Todos poseemos nuestro propio Poder del Bodhisattva. 

"Oh, buenos hijos, es como un tesoro escondido debajo de una casa empobrecida. El tesoro no puede hablar y decir que está ahí, ya que no es consciente de sí mismo y no tiene voz. Es exactamente lo mismo con los seres sintientes. Pero no hay nada que le tema al poder de la visión del Tathagata. El tesoro del Gran Dharma se encuentra dentro de los cuerpos de los seres sintientes. No oye ni es consciente de las adicciones y engaños de los cinco deseos. La Rueda del samsara gira y los seres son sometidos a innumerables sufrimientos. Por lo tanto, los Budas aparecen en el mundo y les revelan el Depósito de Dharma del Tathagata en sus cuerpos. Y creen en ello, lo aceptan y purifican su sabiduría universal. En todas partes, en nombre de los seres, él revela el Tathagatagarbha. Emplea una elocuencia que no conoce obstáculos en nombre de los fieles budistas. De esta manera, buenos hijos, con mi ojo del Buda veo que todos los seres poseen el Tathagatagarbha. Y así, en nombre de los Bodhisattvas, explico este Dharma'.

"En ese momento, el Tathagta se expresó en versos, diciendo:

"Es como un tesoro
dentro de la casa de un hombre empobrecido.
El dueño no se da cuenta,
ni el tesoro puede hablar.
Durante mucho tiempo permanece enterrado en la oscuridad,
ya que no hay nadie que pueda notar su presencia.
Cuando tienes un tesoro pero no lo sabes,
esto causa pobreza y sufrimiento.
Cuando el ojo del Buda observa a los seres sintientes,
ve que, aunque transmigran
a través de los cinco reinos de la reencarnación,
hay un gran tesoro en sus cuerpos
que es eterno e inmutable.
Cuando ve esto, el Buda
Enseña en nombre de todos los seres,
permitiéndoles alcanzar el tesoro de la sabiduría
y la gran riqueza de cuidarse unos a otros.
Si crees lo que te he enseñado
acerca de tener un tesoro,
y lo practicas fiel y ardientemente,
empleando medios hábiles,
rápidamente alcanzarás el sendero más elevado".

Este es uno de los Sutras o Sermones del Buda más sucintos y hermosos dentro de todo el Canon Budista. Ninguna otra enseñanza en otra religión se compara con ella. 

Nuestra Naturaleza Búdica, el Espíritu del Buda, se encuentra oculta en nuestro corazón, y en el de todos los seres, esperando a ser descubierta. Cuando no conocemos esto - cuando no conocemos el Dharma Eterno - somos como personas pobres, pobres física, mental y espiritualmente, pues si no conocemos el Dharma, si no conocemos las Leyes Universales del Buda Eterno, vagamos por la vida sin rumbo, sin Norte ni propósito, satisfaciendo solo nuestros deseos instintuales, como animales. Esto es lo que la mayoría de las personas del mundo hacen; es como la mayoría de los seres viven, sin consideración por los demás ni el medio ambiente. Esto es lo que la mente humana ha concebido, que vivimos un mundo mecánico que sigue leyes físicas; que no existe el espíritu, solo la materia; que la religión es un vestigio de un pasado precientífico, algo falso, y que solo somos moléculas agrupadas por el azar flotando en una partícula de polvo que vaga errante por el universo. Pero el Buda nos revela el Verdadero Camino, la Verdad y la Vida, y nos dice que no tenemos por qué seguri viviendo como personas pobres, como personas mundanas, pues poseemos una Gran Tesorería dentro de notros, llena de paz, calma, eternidad, pureza, de bien. No tenemos que comportarnos como animales, pues podemos aspirar a ser algo inlcuso superior al ser humano: podemos ser Hijos del Buda, Bodhisattvas, y convertirnos en Budas. Es por eso que desde el periodo Mahayana el Buda ya no se dirige a sus discípulos como discípulos, sino como hijos.

La Tierra tiene alrededor de 4,600 millones de años. Los seres humanos hemos estado en la Tierra durante cientos de miles de años, en nuestra forma de homo sapiens. Nuestros primeros ancestros proceden de hace unos 4 a 6 millones de años. Esto quiere decir que hemos vivido por millones de años como animales, como seres empobrecidos, y no fue sino hasta hace apenas 2,500 años que, gracias a la Aparición del Buda y su Revelación de su Dharma Eterno de Salvación, hemos podido a penas vivir como seres humanos. Y aún así, la mayoría de los seres no se distinguen de los animales. Pero el Buda no nos muestra solo cómo ser humanos, sino como ser Bodhisattvas, sus Hijos. Para ello, el Buda nos muestra que, si bien hemos evolucionado de los animales, poseemos una herencia divina, una herencia iluminada, pues todos poseemos su Espíritu. Esto es muestra igualmente de su Paternidad Espiritual, la cual revela posteriormente en el Sutra del Loto. ¿Existe algo más esperanzador? ¿Cómo sería el mundo si todos poseyeran esta Sabiduría? 

Durante millones de años, hemos vivido en la Oscuridad de la Ignorancia, pero ya hemos sido dados la Luz. Ahora, con la Luz del Dharma, podemos iluminar los confines más recónditos de nuestros corazones y encontrar el Espíritu del Buda que mora en nosotros. Con este descubrimiento viene una transformación. Si no hay transformación, no lo has descubierto. Cuando descubrimos nuestra Naturaleza Búdica, vemos el Espíritu del Buda en todos los seres y en la fábrica misma de la Existencia. Esto nos exige actuar con mayor sabiduría y compasión en el mundo, y ayudar al Buda en su trabajo salvífico, haciendo de este mundo una Tierra Pura.

jueves, 18 de abril de 2024

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - Confiando en la Misericordia del Buda Amida

 


Muchas personas que siguen el Camino Tierra Pura temen no asegurar su Renacimiento. Lo mismo sucede con las personas que siguen al Camino Budista que no saben si algún día alcanzarán el Despertar, o la Budeidad. Hablemos primero de alcanzar el Despertar y la Budeidad.

De acuerdo con el Canon y la Tradición Budista, todos los seres poseen el Espíritu del Buda, su Naturaleza Búdica, pues todos somos una emanación del Buda Eterno, el Universo. Por ello, todos los seres poseen la capacidad de alcanzar el Despertar y pueden convertirse en Budas. El Buda mismo predijo la Budeidad de todos sus discípulos en el Sutra del Loto, incluyéndonos a nosotros. Por mi parte, creo que todos podemos alcanzar el Despertar - y de hecho, muchos ya lo han hecho - pero no creo que todos puedan alcanzar la misma Budeidad del Buda. Permítanme explicarme. 

Todos podemos alcanzar el Despertar a nuestra Unidad Fundamental. De hecho, muchos de nosotros hemos tenido algún vislumbre o la totalidad de la experiencia, la cual ha transformado nuestras vidas y nos ha dado la inspiración (por la Gracia del Buda) de reclamar nuestra herencia divina y ser Hijos del Buda, Bodhisattvas, y ayudar en la labor salvífica dhármica del Buda en esta Tierra. Esta es una respuesta al llamado del Buda, una repsuesta que obliga una respuesta, y que no puede ser nada sino afirmativa, en agradecimiento por sus muchas bendiciones. Pero no todos podemos alcanzar la misma Budeidad del Buda. De hecho, ningún ser sintiente - en mi opinión - puede alcanzar la Budeidad del Buda, pues si bien somos uno en Esencia, somos distintos.

Nuestra Budeidad y la Budeidad del Buda son iguales, pero diferentes. Son iguales en Esencia pero diferentes en manifestación. Después de todo, el Buda fue una encarnación de la Personalidad del Cosmos, su Alma, su Consciencia Universal, y nosotros solo somos meras manifestaciones temporales, finitas e imperfectas, que podemos alcanzar un grado innato de cuasi-perfección. Esto es diferente al Renacimiento (Despertar) que el Buda mismo nos brinda en la Tierra Pura (Nirvana).

El Renacimiento (Despertar) en la Tierra Pura (Nirvana) es gracias a la Gracia del Buda Eterno Amida, no algo que alcanzamos por nuestros esfuerzos. Como hemos visto en estas páginas, es algo que nos ha sido regalado, es el Regalo de Salvación, y toda práctica budista es solo aceptación y agradecimiento. Es el consuelo del Buda Eterno en medio de los fuegos de esta casa en llamas que llamamos nuestro mundo. Mas no obstante, al igual que con el Despertar, muchas personas dudan si lo han recibido; si lo "han alcanzado".

El Santo Ippen habla sobre esta duda universal cuando nos dice:

"Todo el mundo se lamenta de que le falta la fe en si el renacimiento está decidido; esto es completamente sin razón. No hay acuerdo en los corazones de los seres necios. El asentamiento (Shinjin) es el Nombre Sagrado. Así, aunque falte la fe en que el renacimiento está establecido, si lo dejas todo en tus labios y recitas el Nombre Sagrado, renacerás. El renacimiento, pues, no depende del corazón; es a través del Nombre Sagrado. Si crees que puedes lograr el renacimiento estableciendo en ti mismo una fe resuelta, sólo volverás nuevamente al funcionamiento de tu propio corazón y mente. Cuando deseches tu propio corazón y te des cuenta plenamente de que es a través del Nombre Sagrado que renaces, entonces este corazón de determinación decisiva también surgirá por sí solo".

Con estas palabras, Ippen nos dice que albergar dudas es natural, pero errado. Es parte de nuestra mente dualista y desconfiada. Pero la infinita Misericordia y Amor del Buda es incondicional. Ya hemos dido salvos, así como ya hemos recibido nuestra predicción de Budeidad en el Sutra del Loto. Solo que nuestros corazones y mentes no necesariamente nos lo permiten experimentarlo. Esto demuestra, no una falta de parte del Buda, sino de nosotros mismos. 

El Santo Ippen nos dice que esta duda nace de nosotros, pero que no debemos de dudar de la Misericordia del Buda, pues, como nos dicen los Sutras, ya hemos sido salvos. Esto es algo que el Maestro Shinran, el fundador del Jodo Shinshu, tocó en una de sus obras, el Tannisho ("Registro de Lamentaciones en las Divergecias de la Fe"). En el mismo, leemos que una persona (Yuien-bo) se dirigió al Maestro Shinran y le dijo:

"'Aunque recito el Nembutsu, la sensación de bailar con alegría (que menciona el Sutra) es débil en mí, y no tengo el deseo de querer ir a la Tierra Pura rápidamente. ¿Cómo debería ser para una persona del Nembutsu?'

"Cuando le preguntó esto al maestro, respondió: 'Yo también he tenido esta pregunta, ¡y a ti se te ocurre lo mismo, Yuien-bo! Cuando reflexiono profundamente sobre ello, por el hecho mismo de que no me regocijo por lo que debería llenarme de tal alegría que bailo en el aire y bailo en la tierra, me doy cuenta aún más de que mi nacimiento está completamente establecido. Lo que suprime el corazón que debe regocijarse y evita que uno se regocije es la acción de las pasiones ciegas. Sin embargo, el Buda, sabiendo esto de antemano, nos llamó 'seres tontos poseedores de pasiones ciegas', tomando así conciencia de que el Compasivo Voto del Otro Poder; De hecho, es por el bien de nosotros mismos, que somos tales seres, que lo encontramos aún más digno de confianza.

"Además, sin pensar en querer ir rápidamente a la Tierra Pura, pensamos con tristeza que podemos morir incluso cuando enfermamos levemente; esta es la acción de pasiones ciegas. Es difícil para nosotros abandonar este viejo hogar de dolor (el cuerpo), donde hemos estado transmigrando durante innumerables kalpas hasta el presente, y no sentimos ningún anhelo por la Tierra Pura, donde todavía tenemos que renacer. En verdad, cuán poderosas son nuestras pasiones ciegas, pero aunque nos sentimos reacios a separarnos de este mundo, en el momento en que nuestros vínculos kármicos con este Mundo Saha se agoten y muramos impotentes, iremos a esa Tierra Pura. El Buda Amida se compadece especialmente de la persona que no piensa en querer ir a la Tierra Pura rápidamente. Reflexionando sobre esto, sentimos el Gran Voto de Compasión de ser aún más dignos de confianza y darnos cuenta de que nuestro renacimiento está decidido. Si tuviéramos la sensación de bailar de alegría y desear ir rápidamente a la Tierra Pura, podríamos preguntarnos si no estaríamos libres de pasiones ciegas".

Con estas palabras, el Maestro Shinran, al igual que le Santo Ippen, nos recuerdan que, aunque el Buda llueve su Gracia sobre nosotros diariamente, rara vez lo vemos y lo sentimos dado an uestras propias limitaciones, mal karma, deseos y pasiones, que como una gran nube, tapan temporeramente la luz del Sol (la Gracia del Buda) sobre nuestra mente y corazón, pero aunque las nubes lo tapen, la Gracia del Buda, como la lluvia o la luz del Sol, siempre llueve y brilla sobre nosotros. 

Por ello, el Santo Ippen y los patriarcas nos recuerdan que debemos de dejar toda calculación mental a un lado y simplemente confiar en la infinita Compasión, Amor y Misericordia del Buda por todos nosotros, sus Hijos. Como nos dice igualmente el Santo Ippen:

"La aseguranza [del Renacimiento] es el Nombre Sagrado. Nuestros cuerpos, nuestros corazones y nuestras mentes son inestables. Este cuerpo va a la deriva en el flujo de la impermanencia; por eso, de instante en instante surge y perece. Esta mente es una mente ilusoria; por tanto, es falso e ilusoria. No confíes en ellos".

Es natural el dudar; es porque dudamos que el Buda nos ha salvado. Si dependiera de nosotros, estaríamos perdidos. Es por eso que el Buda nos salva. Si el deseo de recitar el Nembutsu, el Nombre Sagrado, surge en nosotros, es porque hemos sido salvos. Comos nos dice igualmente Ippen:

"El Poder del Nombre Sagrado es tal que cuando lo recitamos, logramos rerenacer a través del maravilloso e inconcebible funcionamiento del Otro Poder, independientemente de si creemos en él o no. No debes, con tu mente de apego a ti mismo y de Poder Propio, tratar de abordarlo de esta o aquella manera. Dado que la Tierra de la Bienaventuranza es la tierra del no-ser, el renacimiento allí no puede lograrse mediante el apego al yo; debéis nacer a través del Nombre Sagrado."

El Ministerio del Buda: Abordando las Enseñanzas Preparatorias del Buda en el Canon Pali - 1 - El Sutra del Giro de la Rueda del Dharma

 El Buda Shakyamuni, tras alcanzar su Despertar bajo el Arbol Bodhi y manifestar su Budeidad en este mundo, predicó el Sutra Avatamsaka (Sutra de la Guirnalda de Flores) para el preparar el terreno espiritual de este sistema mundial y permitirle a todos los seres alcanzar igualmente su Despertar. Luego de esto, el Buda transfiguró su cuerpo y asumió nuevamente la forma física de un monje asceta, y se dirigió a donde se encontraban sus primeros cinco discípulos para exponerle el Dharma Preparatorio que había ideado y comenzar el trabajo dhármico de abrir los corazones y mentes de los seres, y así, poder revelar eventualmente la Verdad, su Verdadero Dharma Eterno. Con estas primeras enseñanzas, el Buda buscó eliminar todos los conceptos erróneos de los seres sobre el mundo y sobre sí mismos, por lo que su primera tarea fue hacer que se desapeguen de los mismos. 

El Buda, tras manifestar su Budeidad, se dirigió a Benares, en Isipatana, en el Parque de los Ciervos, y allí encontró a sus primeros cinco discípulos, quienes lo habían abandonado tras el Príncipe Asceta haber dejado a un lado las mortificaciones extremas que el grupo pensaba los llevaría a la liberación. Al ver al Príncipe Asceta venir, se pusieron de acuerdo en ignorarlo por haber abandonado el camino del renunciante, pero al ver al Príncipe Asceta acercarse, no pudieron ignorar el aura luminosa que ahora rodeaba a su antiguo compañero del camino. Impresionados por la Luz que emanaba de él, los cinco hicieron espacio para que el Príncipe Asceta se sentara delante de ellos y le contara cómo había alcanzado la cima espiritual. El Buda los miró y sonrió, y los cinco compañeros cayeron al suelo en reverencia. Este no era el Príncipe Asceta que ellos habían abandonado. Entonces, le preguntaron: "Maestro, ¿eres un deva un dios?", a lo que él contestó: "No, no soy un deva". "¿Eres un gandharva, un ser celestial?", a lo que él contestó: "No, no soy un ser celestial". "¿Eres un ser humano?", a lo que él contestó: "No, no soy un ser humano". Finalmente, los discípulos le preguntaron: "Entonces, ¿qué clase de ser eres?". El Príncipe Asceta entonces contestó: "Soy un Buda, un Ser Despierto." Con estas palabras, el Buda dio un preludio de su Verdadera Persona, el Dios de Dioses, pero por el momento, sus discípulos debían pensar que era un ser humano común y corriente que había alcanzando la más alta meta espiritual: el Despertar; se convirtió en un Buda. Desde entonces, sus discípulos lo llamaron el Buda Shakyamuni, qui significa el Despierto Sabio del Clan Shakya.

Ansiosos por poder alcanzar su propio Despertar Espiritual, los cinco discípulos se refugiaron en la Luz Bendita del Buda y le pidieron humildemente que los guiara en el Camino al Despertar. Así, el Buda predicó su primer sermón público, llamado el Giro de la Rueda del Dharma, pues, esta era la primera vez que el Dharma Eterno era pronunciado en el planeta Tierra, y el mismo estaba destinado a cambiar el destino de todos sus seres por la eternidad.

El Buda se dirigió entonces a sus primeros cinco discípulos y les dijo, en las palabras del Sutra:

"Estos dos extremos, Oh monjes, no deberían ser seguidos por un renunciante. ¿Cuáles son éstos dos? Complacencia en los placeres sensuales, esto es bajo, vulgar, ordinario, innoble y sin beneficio; y adicción a la mortificación, esto es doloroso, innoble y sin beneficio. No siguiendo estos dos extremos el Tathagata ha penetrado el Camino Medio que genera la visión, que genera el conocimiento, que conduce a la paz, que conduce a la sabiduría, que conduce a la iluminación y que conduce al Nirvana."

El Buda comienza su Ministerio Público con un sermón sobre el Camino Medio. ¿Cuál es el Camino Medio? Es el camino entre los dos extremos o polaridades que gobiernan el mundo y los seres. Cuando el Buda vivía como un Príncipe, vivía en absoluta opulencia, pero vio que esto no producía la felicidad y que no era conducivo a la espiritualidad. Para embarcarse en su búsqueda espiritual, en la forma de este mundo, abandonó su vida real y se sometió a absoluta pobreza y prácticas ascéticas extremas que pusieron su vida en peligro, pero vio que esto solo lo llevaría a la muerte, por lo que tampoco era conducivo para la búsqueda y la evolución espiritual. Fue cuando abandonó ambos extremos que pudo mostrarle a los seres de este mundo que ambos eran erróneos y que solo podemos crecer humana y espiritualmente cuando vivimos en balance, en moderación. Este Camino Medio se aplica, no solo a nuestro estilo de vida, sino también a nuestros procesos mentales y emocionales, pues debemos de tratar de abandonar los extremos del amor y el odio, lo placentero y lo no placentero, para poder experimentar armonía y paz física, mental y espiritual. 

Los primeros cinco discípulos del Buda estaban apegados a una visión oscura y deprimente de la vida, viendo todo como sufrimiento y como un obstáculo a la espiritualidad, la cual pensaban solo podía ser desarrollada cuando abandonaban todo: familia, posesiones, placer, bienestar, y someterse a duras pruebas ascéticas, las cuales incluían no comer por días o semanas y mortificar su cuerpo para poder tener un vislumbre de la salvación, acabando así con el deseo, y no volviendo a renacer en este mundo ni en el Cosmos. En fin, los ascetas del tiempo del Buda negaban el mundo para poder así desapegarse del mismo y abandonarlo para siempre, no volviendo a renacer más en el mismo. Con este primer sermón, el Buda trata de hacerles entender que este acercamiento está errado y que no conduce a la cima espiritual, la cual llama el Nirvana, la paz.

"¿Cuál, Oh monjes, es el Camino Medio que el Tathagata ha penetrado que genera la visión, que genera el conocimiento, que conduce a la paz, que conduce a la sabiduría, que conduce a la Iluminación y que conduce al Nirvana? Simplemente este Noble Sendero Óctuple; es decir, Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recta Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración. Éste, Oh monjes, es ese Camino Medio que el Tathagata ha penetrado que genera la visión, que genera el conocimiento, que conduce a la paz, que conduce a la sabiduría, que conduce a la iluminación y que conduce al Nirvana."

El Buda, desde el principio de su ministerio, se llama a sí mismo el "Tathagata" que significa "Aquel Que Ha Venido de la Talidad" o de la Verdadera Realidad. Poco sus discípulos entienden las implicaciones de este título, el cual el Buda revela doce años más tarde.

En estas líneas, vemos que el Buda delinea para sus discípulos un Camino Budista para poder alcanzar - o comenzar a vislumbrar - el estado espiritual al que él había llegado. Este es el Noble Sendero Octuple, el cual veremos con detalle posteriormente. Ahora, el Buda revela otra de sus primeras doctrinas, la doctrina de las Cuatro Nobles Verdades:

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad del Sufrimiento. El nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, asociarse con lo indeseable es sufrimiento, separarse de lo deseable es sufrimiento, no obtener lo que se desea es sufrimiento. En breve, los cinco agregados de la adherencia son sufrimiento."

El Buda comienza su doctrina de la Cuatro Nobles Verdades, la cual lo acompañará en todo su Dharma (con diferentes interpretaciones), apelando a la creencia de los ascetas de que la vida es sufrimiento, pero la palabra sufrimiento es solo una traducción de muchas de la palabra "Dukkah", que se puede traducir también como "insatisfacción". Vivimos la vida con un sentimiento de vacío innato, ignorantes a nuestra Verdadera Naturaleza, nuestro origen, propósito y misión. Esto es el resultado natural de la evolución del Universo, el cual, para manifestarse como muchos y de infinitas formas, debe asumir una forma finita en el espacio, el tiempo y en conocimiento - la Ignorancia Fundamental. Esto es explicado en el Sutra Avatamsaka, en El Mundo del Despertar: El Primer Sermón del Buda en el Mundo - Las Enseñanzas del Sutra Avatamsaka (Hikari Publishing, 2023). 

En la Primera Noble Verdad, el Buda nos dice que el nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte son sufrimiento. No podemos discutir esta enseñanza. Nacemos llorando e ignorantes a un mundo que está lleno de dificultades y maldad; y mientras vivimos, nos enfermamos, envejecemos y morimos, y no solo morimos nosotros, sino que mueren igualmente todos los seres que amamos. Todo esto nos causa dolor y sufrimiento, pues deseamos que las cosas fueran diferentes. Luego de esto, el Buda detalla otros cuatro sufrimientos, que junto con los primeros, forman los Ocho Sufrimientos básicos que experimentan todos los seres, como el afrontar personas o circunstancias no agradables, el que las personas que amamos y las cosas que nos gustan som impermanentes y no duran para siempre, el que no siempre las cosas salen como deseamos, y el que el cuerpo decae, envejece, sufre dolencias, y no solo nuestro cuerpo, sino que experimentamos sentimientos poco agradables como el dolor, la tristeza, el odio...en fin. El mundo está caracterizado por la insatisfacción, y tanto pobres como ricos pueden dar testimonio de ello. Nadie escapa estos Ocho Sufrimientos. Experimentamos esta insatisfacción y sufrimiento porque no entendemos la Verdadera Naturaleza del mundo; porque no conocemos las Leyes Universales del Dharma. Con esta primera predicación, el Buda comienza a abrir las puertas de la salvación y del Despertar para todos los seres. Esta fue la razón para su aparición en este mundo.

Algo que el Buda no les dice ahora es que, en muchas formas, esta insatisfacción es la clave universal para que los seres busquen la espiritualidad y evolucionen, para descubrir su Unidad fundamental con el Cosmos y trabajen unos con otros para llevar el mismo a la Iluminación; hacer del mismo una Tierra Pura. Pero esto es algo para un futuro.

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad del Origen del Sufrimiento. Es el deseo que produce nuevos renacimientos, que acompañado con placer y pasión encuentra siempre nuevo deleite, ahora aquí, ahora allí. Es decir, el deseo por los placeres sensuales, el deseo por la existencia y el deseo por la no-existencia."

La Segunda Noble Verdad nos dice que el origen del sufrimiento es el deseo. Ahora, existen deseos positivos, deseos neutrales y deseos negativos, y la distinción entre ellos es sutil. El deseo es el motor de la Existencia. El Cosmos evoluciona por el deseo, el cual no es malo innatamente, sino que se vuelve negativo cuando es mal canalizado. Deseos positivos son los deseos necesarios para vivir, como el deseo de comer, el deseo de un techo o seguridad, el deseo de descanzar, el deseo de estar acompañado por amigos y seres queridos, el deseo de ser de utilidad para la sociedad y el planeta, etc. Estos mismos deseos se pueden volver negativos cuando se vuelven - como el Buda mismo advirtió inicialmente - en extremos, sobre todo, extremos egoístas, como el deseo de comer excesivamente (lo cual lleva al a gula, la enfermedad y el sobrepeso), el deseo de acumular riquezas a costas de los demás sin compartir con otros, el deseo de sobre dormir (o no hacer nada, la vagancia), el deseo de poseer a nuestras amistades y parejas, el deseo de utilizar los recursos y a los demás para nuestros fines egoístas, etc. Así, el deseo no es malo en sí mismo, sino que depende de cómo lo utilicemos. Esta Segunda Noble Verdad no es una condena; no es un llamado del Buda a abandonar el deseo (esto sería un extremo), sino a moderarlo y usarlo sabia y compasivamente. 

Hasta ahora, el Buda ha apelado a la creencia inicial de sus discípulos; ha hablado en su lenguaje. Muchos budistas creen erróneamente que esto es todo el Budismo, algo pesimista que pregona el abandono del mundo, pero estas son solo las primeras dos de las Cuatro Nobles Verdades. Las otras dos verdades nos llevan de la deseperanza y el sufirmiento a la esperanza y la felicidad.

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad de la Cesación del Sufrimiento. Es la total extinción y cesación de ese mismo deseo, su abandono, su descarte, liberarse del mismo, su no-dependencia."

La Tercera Noble Verdad nos dice que, si bien el mundo es experimentado predomnantemente como un lugar lleno de sufrimiento e insatisfacción, podemos verlo y experimentarlo de forma diferente. Para ello, debemos de abandonar nuestras nociones erróneas de mundo, y de nosotros mismos. Debemos de aprender a desaprender. Este es el propósito del Dharma Eterno del Buda. Pero para poder comenzar este proceso, a veces debemos de descartarlo todo,y como hijos de un padre rico, debemos de abandonar nuestro hogar y experimentar la absoluta miseria, recogiendo estiércol, para luego llegar a la casa de nuestro padre transformados. Para poder cambiar algo, primero debemos de reconocerlo y distanciarnos y verlo con una nueva perspectiva, desapegada. Por esto, el Buda predica temporeramente que sus discípulos deben de abandonar el deseo. Así, el Buda permite que sus discípulos abandones igualmente sus nociones erróneas y abran sus mentes y corazones a un verdadero cambio.

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad del Sendero que conduce a la Cesación del Sufrimiento. Simplemente este Óctuple Noble Sendero; es decir, Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recta Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración."

Aquí el Buda nuevamente predica la doctrina del Noble Sendero Octuple, el cual  es el primer peldaño a nuestra nueva vida. El Noble Sendero Octuple es:

1. Recto Entendimento, o Visión Correcta, se refiere a ver las cosas correctamente, de acuerdo con la Verdadera Naturaleza de la Realidad que el Buda poco a poco revela. Es dejar de ver las cosas desde nuestor ser finito y falso, nuestro ego, y verlas desde los ojos de un Iluminado; ver nuestra Unidad Fundamental con todos los seres y la Existencia.

2. Recto Pensamiento es comprender la Verdadera Naturaleza de la Realidad y comenzar a actuar en base a ella, lo cual comienza con nuestros pensmamientos, los cuales son los precursores de nuestras palabras y acciones. Estas son las Tres Fuentes de Acción Kármica. Los buenos pensamientos producen buenas palabras y buenas acciones, los cuales a si vez crean buenos patrones mentales y permiten que proliferen y sean nuestra actitud hacia la vida.

3. Recto Lenguaje significa decir la Verdad de forma hábil y crear buen Karma. Es evitar los Cuatro Males de la Palabra de la mentira, la calumnia, el chisme, el decir malas palabras y cosas hirientes y tratar de llevarnos sabia y compasivamente con los demás.

4. Recta Acción significa actuar en el mundo en base a la Verdadera Naturaleza de la Realidad, reconociendo nuestra interconexión, nuestra Unidad Fundamental, con todos los seres y el planeta, no desde nuestros deseos y pasiones egoístas. Es no cometer los Tres Males del Cuerpo de matar, robar, y cometer actos sexuales ilícitos y egoístas. Esto nos permite actuar con sabiduría y compasión.

5. Recta Vida significa vivir una vida acorde con el Dharma, con las Leyes Universales reveladas por el Buda. Es vivir en pensamiento, palabra y acción de una forma armónica con los demás seres y el ambiente. Es obtener nuestras necesidades de forma sabia, compasiva y consciente, buscando ser útiles para la sociedad.

6. Recto Esfuerzo es tratar de vivir una vida acorde con el Verdadero Dharma del Buda Eterno. Es estudiar el Dharma, profundizar en la fe, y poner la Enseñanza del Buda en práctica en todos los aspectos de nuestras vidas. Es ser Hijos del Buda, Bodhisattvas, en la Tierra. 

7. Recta Atención significa tener en mente en todo momento la Verdadera Naturaleza de la Realidad y actuar conscientemente, no siguiendo nuestros patrones habituales e instintuales. Es estar siempre concientes del Espíritu del Buda en nuestro interior, nuestra Naturaleza Búdica, así como en el interior de todos los seres.

8. Finalmente, la Recta Concentración es comulgar con el Buda, por medio de la Meditación o la Recitación del Nombre Sagrado, el Nembutsu, y tener el Buda siempre en mente y en nuestro corazón, y tratar de que sea el Buda quien guiar nuestras acciones, para realizar su Voluntad en el mundo y llevar a todos los seres al Despertar y la salvación.

Si bien algunos de estos puntos no se encuentran en este Sutra, los mismos ilustran la Verdadera Enseñanza del Buda, su fin real con esta predicación inicial, y fueron revelados por el Buda en su Gran Revelación en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana. El seguir el Dharma Eterno del Buda nos premite tranformar el Sufrimiento, la Impermencia, la Impureza y el No-Ser (ser finito y falso) en Felicidad, Eternidad, Pureza y Verdadero Ser, y traformar este mundo en una Tierra Pura.

Ahora, el Buda les revela que esta Enseñanza no fue recibida de ningún maestro o dios en la Tierra, sino que ha sirgido de sí mismo (pues el Buda Shakyamuni es una encarnación del Buda Eterno, el Alma del Cosmos), y que si la ponen en práctica, podrán comprobar la Verdad contenida en ellas. 

Para segir apelando a sus deseos y cosmovisión, pero a su vez, para irla trasformando, el Buda ahora les dice que cuando despertó a esta Verdad bajo el Arbol Bodhi, dijo: "Irreversible es la liberación de mi mente. Éste es mi último nacimiento. No hay nueva existencia". El Buda aquí les presenta una meta hábil, una "ciudad fantasma": la posibilidad de no volver a renacer en la Existencia. Esta era la meta que muchos de ellos buscaban, no volver a nacer, y con ello, dejar de sufrir para siempre. Esta fue una meta ilusoria, hábil, que el Buda les dió para que, una vez creyeran que habían llegado a ella, pudiera revelarles una meta superior; para que una vez creyeran que habían llegado a ella, pudieran ellos mismos ver que no era realmente una meta, sino una escapatoria, y que realmente, no hay salida del Samsara, de la Existencia, pues la vida es eterna, y aunque somos una manifestación temporarl y finita del Universo, somos una de las formas a través y por la cual el Cosmos mismos puede manifestar su Budeidad; alcanzar su Despertar, pero para ello, se requiere de la labor de incontables seres en el Despertar y la salvación de todos los seres sintientes, pues todos estamos interconectados; todos somos Uno. Ser discípulos del Buda significa renacer voluntariamente, y con el poder de nuestros Votos del Bodhisatva, mantener un nivel de cohesión en la disolución de los Skandhas (hablaremos más sobre ellos), y realizar, vida tras vida, la labor salvífica del Buda por todo el Cosmos como Bodhisattvas, como Hijos del Buda. Esto el Buda lo revelaría en el Sutra del Loto.

Cuando los cinco discípulos escucharon estas palabras doradas del Buda, fueron inspirados por la Gracia del Buda y lograron comprender completamente lo que el Buda había expuesto. Entonces, sus corazones y mentes se abrieron un poco. Ya no había vuelta atrás. Estos primeros cinco discípulos habían finalmente encontrado la religión que estaban buscando, la Verdadera Religión, y ahora, estaban comprometidos a seguir al Buda hasta el final de sus vidas y llevar a todos los seres a su Dharma de Salvación. 

Cuando el Buda predicó este Sutra, todos los seres celestiales se regocijaron, pues sabían que el mundo por fin estaría cambiando. Ya no serán fuertes las garras de Mara, el Maligno. El Buda ahora estaba devolviendo el mundo a su verdadero dueño, el Buda Eterno. Por fin, la Rueda del Dharma había sido puesta en movimiento con la conversión de los primeros cinco discípulos. 

Las buenas nuevas de la Revelación Dhármica se extendieron por todos los confines del Universo, y todos los mundos se estremecieron. La Luz por fín había aparecido y había comenzado a purificar el mundo. 

"Después el Buda pronunció esta expresión de alegría: 'Amigos, Kondañña realmente ha comprendido. Amigos, Kondañña realmente ha comprendido.' Y el Venerable Kondañña fue llamado Aññasi-Kondañña. Y el Venerable Aññasi-Kondañña, habiendo penetrado, alcanzado, comprendido las Nobles Verdades, habiéndose sumergido en ellas, habiendo abandonado la duda y la incertidumbre, habiendo alcanzado perfecta convicción y no dependiendo de nadie en la religión de Maestro, se dirigió al Buda: 'Venerable Señor, deseo recibir la ordenación en la presencia del Buda, deseo recibir la alta ordenación'.

"'Acércate monje', dijo el Buda. 'Bien expuesta está la Doctrina. Practique la vida noble para completamente poner fin al sufrimiento'. Y ésa simplemente fue la ordenación del Buda".

El Buda entonces nombró nuevamente a sus discípulos, pues, aunque no lo sabían completamente, habían renacido a una vida nueva. Así, se establece en el mundo por primera vez la Sangha, la Orden y la Comunidad Budista.

Aquí concluye el primer sermón público del Buda, el Sutra de Giro de la Rueda del Dharma. Desde que el Dharma fue predicado en la India hace más de 2,500 años, el mismo se ha expandido por todo el planeta, gracias al espíritu misionero de los Hijos del Buda. Es gracias a esta sucesión siscipular que hoy podemos refugiarnos en el Buda, su Dharma (Enseñanza), y su Sangha (Comunidad - Iglesia). 

miércoles, 17 de abril de 2024

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - El Buda es el Poder de Trascender y Superar Todas las Adversidades en la Vida

 


El Budismo, lejos de abandonar el mundo, pde de sus devotos que entren íntimamente en él y lo transformen, del Mundo Saha, que significa "Mundo de la Perseverancia", caracterizado por el Sufrimiento, la Impermanencia, la Impureza y el No-Ser (ser falso), en una Tierra Pura, caracterizada por la Felicidad (que no depende de las circunstancias, sino que surge de una vida plena y con propósito), Eternidad (pues somos uno con la Vida Eterna del Buda, una manifestación del Cosmos), Pureza (pues, al ser uno con el Buda, somos puros por naturaleza), y manifestemos nuestro Verdadero Ser (el Espíritu del Buda en nosotros, el cual es uno con todos los seres).

El Buda, al aparecer en nuestro mundo, nos legó su Revelación, su Palabra Eterna, la cual está contenida en su Dharma. El Dharma es nuestro Mapa de la Vida. La práctica budista entonces es un método para poder activar el Espíritu del Buda en nosotros y poner en práctica su Dharma, para manifestar la Verdadera Naturaleza de este mundo, una Tierra Pura. Esto fue lo que el Buda nos dijo en el Sutra de Vimalakirti, donde le dijo a Shariputra que no existen tierras puras o impuras, sino que la pureza o impureza reside en la mente y en los corazones de los seres. Así, vemos el mundo de acuerdo con el color del cristal con el cual lo observemos. 

El Santo Ippen nos dice:

"El Camino Blanco intermedio es Namu-Amida-Butsu, y los dos ríos de fuego y agua son nuestros corazones y mentes. Aquello que no es sumergido por los dos ríos es el Nombre Sagrado del Buda."

Aquí Ippen hace referencia a la Parábola del Camino Blanco del Maestro Shandao (Zendo 613–681). En una de sus obras, Shandao utiliza una parábola para ilustrar el poder del Dharma, y sobre todo, el Nombre Sagrado del Buda, el Nembutsu. En la misma, un viajero se dirige hacia el Oeste, pero es perseguido por un grupo de bandidos y de bestias salvajes. El viajero corre por su vida, pero se encuentra en un callejón sin salida. Ante él se aparece un extraño río que fluye del Norte al Sur. Justo delante de él hay un camino estrecho y blanco que cruza el río. El río al norte es un río de agua, con olas bravas y demasiado altas para cruzar. Al sur, el río no es de agua, sino de fuego. Las llamas resplandecen y saltan en lo alto del río. Ambos ríos son imposibles de cruzar. Entre estos dos ríos se encuentra un estrecho sendero blanco, de apenas unos centímetros de ancho. Las llamas de fuego y las olas del río recorren el estrecho sendero blanco. El viajero está atrapado. No puede volver atrás, porque seguramente morirá por los bandidos o las bestias salvajes; y no puede ir a la izquierda alrededor del río de fuego, o a la derecha alrededor del río de agua. Podría seguir adelante, pero el camino es tan estrecho que teme que no pueda cruzarlo. Pero detrás de él escucha una voz alentadora instándole a seguir adelante. Desde la otra orilla oye otra voz que dice: "Ven, te protegeré". Y así el viajero empieza a dar un paso adelante, en el estrecho sendero blanco, llegando a la otra orilla siendo acogido por buenos amigos.

Veamos la parábola en las palabras de Shandao:

"A todos los que desean renacer en la Tierra Pura, les relato una parábola por el bien de quienes practican el Verdadero Camino, como protección de su fe y defensa contra el peligro de las visiones heréticas.

"Es como un hombre que desea viajar cien mil 'li' al Occidente. De repente, en medio de su ruta, ve dos ríos. Uno es un río de fuego que se extiende hacia el Sur. El otro es un río de agua que se extiende hacia el Norte. Cada uno de los dos ríos tiene cien pasos de ancho e insondable profundidad, y estos se extienden sin fin al Norte y al Sur.

"Entre el fuego y el agua, sin embargo, hay un sendero blanco de apenas cuatro o cinco pulgadas de ancho. Abarcando los bancos del este y del oeste, es cien pasos de largo. Las olas de agua surgen y salpican contra el sendero de un lado mientras las llamas del fuego lo queman en el otro. Incesantemente, el fuego y el agua van y vienen.

"El hombre está en el medio de un páramo y nadie de su clase debe ser visto. Una horda de rufianes viciosos y bestias salvajes lo ven allí solo, y compiten unos con otros en apurarse para matarlo. Temiendo la muerte, el hombre corre inmediatamente hacia el Oeste, y luego ve estos grandes ríos. Orando, se dice a sí mismo: "Al Norte y al Sur no veo fin a estos ríos, entre ellos veo un sendero blanco que es muy estrecho, aunque las dos orillas no están muy separadas, ¿cómo voy a cruzar de una a otra? Sin duda hoy moriré. Si busco volver atrás, la horda de rufianes viciosos y bestias salvajes vendrá a mí. Si corro hacia el Norte o hacia el Sur, las bestias malignas y los bichos venenosos correrán hacia mí. Si busco hacer mi camino hacia Occidente, temo que pueda caer en estos ríos".

"Entonces se ve con un inexpresable terror. Él piensa para sí mismo: 'Vuelvo ahora y muero, me quedo y muero, siguo adelante y muero. Puesto que la muerte debe ser enfrentada en cualquier caso, yo preferiría seguir este camino ante mí y seguir adelante. Con este camino sin duda puedo pasar a través y salvarme'. Justo cuando piensa esto, oye a alguien de la orilla oriental que lo llama y lo anima: 'Amigo, sigue este camino decididamente y no habrá peligro de muerte, pero quedarte aquí es morir'. Y en la orilla Oeste hay alguien llamando: 'Ven directo, con ánimo firme y con un propósito fijo, puedo protegerte, no temáis caer en el fuego o en el agua'.

Al instarlo uno y llamado el otro, el hombre se endereza en cuerpo y mente y resuelve sin dudas cruzar. Casi no se ha ido un paso o dos cuando desde la orilla oriental la horda de malvados rufianes le grita: "Amigo, vuelve, ese camino es peligroso y nunca lo vas a cruzar, sin duda estás destinado a morir, ninguno de nosotros quiere hacerte daño". A pesar de que los oye llamar, el hombre todavía no mira hacia atrás, sino de manera sencilla e inmediata procede en el camino. En un momento está en la orilla oeste, lejos de todos los problemas para siempre. Él es saludado por su buen amigo y se llena de alegría.

"Esa es la parábola y este es el significado de ella:

"La orilla Este es comparable a este mundo, una casa en llamas. La orilla Oeste es simbólico de la preciosa Tierra Pura de la Felicidad Suprema. Los rufianes, las bestias salvajes y los amigos aparentes son comparables a los Órganos de los Seis Sentidos, las Seis Conciencias, los Seis Polvos, los Cinco Componentes y los Cuatro Elementos [que constituyen el "yo"]. El desierto solitario son los malos compañeros y no reunirse con los que son verdaderamente buenos y sabios.

"Los dos ríos de fuego y agua son comparables a la codicia y el afecto humano, como el agua, y la ira y el odio, como el fuego. El camino blanco en el centro, de cuatro o cinco pulgadas de ancho, es comparable a la pura aspiración de renacer en la Tierra Pura que surge en medio de las pasiones de la avaricia y la ira. La codicia y la ira son poderosas, y por lo tanto se asemejan al fuego y al agua; la mente buena es infinitesimal, y por lo tanto se asemeja a un camino blanco [de unos pocos centímetros de ancho]. Las olas que inundan el camino son comparables al constante surgimiento de pensamientos afectivos en la mente que manchan y contaminan la mente buena. Y las llamas que queman el camino son comparables a los pensamientos de ira y odio que queman los tesoros del Dharma y la virtud.

"El hombre que sigue el camino hacia el Oeste es comparable a aquel que dirige todas sus acciones y prácticas hacia la Tierra Pura. La voz de la ribera oriental que lo animan y exhortan a seguir el camino recto hacia el Oeste es como el Buda Shakyamuni, que ya ha desaparecido de la vista de los hombres, pero cuyas enseñanzas todavía pueden perseguirse y por lo tanto se asemejan a "voces".  El llamado de los rufianes después de haber dado algunos pasos es comparable a los que siguen diferentes enseñanzas y prácticas que despreocupadamente propagan sus ideas para conducir a la gente errónea y crear disturbios, así, caen en el pecado y pierden su camino. Quien llama desde la orilla Oeste es comparable al Buda Amida. Llegando al Oeste, ser recibido por el buen amigo y regocijarse allí, es comparable a todos aquellos seres hundidos en el mar del nacimiento y la muerte, que se hunden y atrapados en sus propios delirios, sin ningún medio de liberación, aceptan el testamento de Shakyamuni, dirigiéndolos al Oeste y al llamado compasivo del Buda Amida, y obedeciendo con confianza la voluntad de los dos Budas sin prestar atención a los ríos de fuego y agua, con la concentración devota, cruza el camino de la promesa de la gran compasión del Voto Primal del Buda Amida, y cuando la vida se acaba y pasa a la otra Tierra, encuentra al Buda y conocen la felicidad interminable de la Tierra de la Bienaventuranza".

Esta parábola está llena de enseñanzas, Veamos algunas de ellas. El río de agua representa nuestra avaricia y todos los obstáculos en nuestro camino espiritual. El río de fuego representa nuestro enojo y todas las fuerzas que nos consumen. Como nos dice el Santo Ippen, los dos ríos representan nuestros corazones y mentes, los más grandes obstáculos para nuestra salvación. Los bandidos representan todas las enseñanzas que prometen beneficios materiales o espirituales, como las religiones y filosofías espirituales de este mundo. Las bestias representan las pasiones instintivas que nos atan a este mundo fenoménico del Samsara. La voz que alentó al viajero a seguir havia adelante es el Buda Shakyamuni, quien nos legó sus enseñanzas y nos mostró el camino a la Iluminación. La voz de adelante es el Buda Amida, el Infinito, quien nos alienta a seguir el camino al Despertar en la Otra Orilla - la Iluminación - y a renacer en la Tierra Pura a través del Nembutsu, el Nombre Sagrado del Buda. El camino blanco es el Dharma y la Gracia del Buda, el cual es estrecho porque representa nuestra determinación y fallas humanas; es estrecho porque no nos abrimos completamente en corazón y mente y nos encomendamos completamente a la Gracia Salvífica del Buda. 

Para Shandao, el mundo, lleno de sufrimiento, y el predicamento humano es uno muy oscuro, pero no lo sobre estresa. Sólo usa esas imágenes para destacar la situación humana y llevarnos a un estado mental donde podamos darle la bienvenida a la promesa de salvación del Buda Amida. De acuerdo al Budismo tradicional, seguido mayormente por las escuelas Theravada, la vida esta caracterizada por la tristeza, la insatisfactoriedad y la impermanencia. de la cual no hay escapatoria. Sólo un esfuerzo heróico puede llevar a los seres al Despertar del Nirvana. En el Budismo Mahayana se ofrece otra alternativa: recurrir a los votos de los Budas y Bodhisattvas, quienes han prometido salvar y rescatar a todos los seres del océano del Samsara.

El Maestro Shandao, y muchos otros maestros ponen énfasis en la influencia salvífica del Buda Shakyamuni. Él fue el Buda que bajó a este Mundo Saha para revelar el camino maravilloso de la Tierra Pura. Él fue quien, para el beneficio de todos los seres,  encarnó como un mortal y vivió con nosotros en este mundo de las Cinco Impurezas y nos trajo el mensaje salvífico del Buda Amida y su tierra de la pureza donde todos podemos renacer. Esta Tierra de la Bienaventuranza está al alcance de todos los devotos que intonan el Nombre Sagrado del Buda Amida y se entregan con total confianza de corazón, pues el Buda, al recitar el Nembutsu, nos arropa con su Gracia, y podemos experimentar la paz y la dicha de la Tierra Pura en este Mundo Saha. Con ello, podemos recibir la fuerza para transformar este mundo en una Tierra Pura.

Esta es la razón por la cual Ippen nos dice que, aunque los dos ríos salvajes  de nuestros corazones y mentes rujan con fuerza, amenazando nuestra existencia y paz o nuestra fe, si recitamos el Nombre Sagrado del Buda, recibimos su Gracia, su Espíritu, y esto nos permite trascender nuestros problems y circunstancias y dejarlos en manos del Buda. El Nembutsu es la llave que nos permite descubrir el Espíritu del Buda en nosotros, nuestra Naturaleza Búdica, y así, podemos superar todas las adversidades de la vida. Que podamos seguir con determinación el camino blanco que nos conduce al Despertar.

El Ministerio del Buda: Abordando las Enseñanzas Preparatorias del Buda en el Canon Pali - Introducción

 


El Buda, cuando apareció en el mundo y manifestó su Budeidad, se dio cuenta de que los seres en este mundo no estaban listos para la Verdad, para su Verdadera Enseñanza - su Dharma Eterno - por lo que decidió revelar su Enseñanza gradualmente, y elevar espiritual y mentalmente a los seres para que puedieran estar listos para recibirla. Por ello, durante los primeros 12 años de su ministerio, predicó una serie de enseñanzas dedicadas a ayudar a sus discípulos a controlar su deseos, eliminar sus apegos y purificar su visión del mundo y de sí mismos. Una vez sus discípulos estuvieron listos, el Buda descartó muchas de estas enseñanzas como medios hábiles o expedientes para dar paso a una mayor revelación de la Verdad. Estas enseñanzas no eran falsas, sino parcialmente correctas; eran medios hábiles - formas y métodos educativos que le permitían a sus discípulos evolucionar mental y espiritualmente para poder estar más receptivos a la Verdad. Así, el Buda llevó a sus discípulos de la mano en su progreso hasta poder revelar la totalidad de su Verdadero Dharma cerca del final de su vida terrenal, en los sermones que hoy se recogen en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana. Estas primeras enseñanzas expedientes se encuentran hoy día en el Canon Pali.

Si bien el Buda descartó estas primeras enseñanas y reveló su Verdadero Dharma, algunos de sus discípulos se aferraron a las mismas, no permitiéndose abrir en corazón y mente para la el Dharma Eterno del Buda, por lo que formaron grupos dedicados exclusivamente a las mismas. Estas primeras enseñanzas estaban dirigidas a los problemas que enfrentaban las personas en ese momento. Muchas personas llegaban a donde el Buda para escapar del clima religioso y político de la época, la cual estaba marcada por un sistema de catsas rígido sin posibilidad de crecer en la vida; un momento donde las personas tenían una visión oscura y triste de la vida y su recurrencia cíclica, y deseaban escapar para siempre de la misma. Es por esto que los primeros sermones del Buda le mostraban a las peronas una forma de salvarse, de acabar con el sufrimiento inherente de la vida y con sus futuros renacimientos, eliminando el deseo y los apegos para acabar con el karma, y así, no volver a nacer de nuevo. Pero a medida que los discípulos y devotos evolucionaban espiritualmente, comenzaban a ver la vida de forma más positiva. Este era uno de los fines principales del Plan Dhármico de Salvación del Buda, su Revelación Progresiva, el permitirle a los seres eliminar sus visiones erróneas de sí mismos y del mundo, para que pudieran percibir la Verdadera Naturaleza de la Realidad. A medida que la vislumbraban, el Buda revelaba una porción mayor de la Verdad, de su Enseñanza, pasando a los Sutras Mahayana, luego a los Sutras de la Perfección de la Sabiduría (Prajnaparamita), hasta que pudo revelar su Verdadera Persona (el Buda Eterno que encarnó en este mundo para revelarnos su Dharma de Salvación), su Verdadera Enseñanza (el Dharma es nuestro mapa en la vida para poder Despertar a nuestra Unidad Fundamental y transformar el Sufrimiento, la Impermanencia, la Inpureza y el No-Ser - nuestro ser finito y falso, por la Felicidad, Eternidad, descubrir nuestra Pureza y manifestar nuestro Verdadero Ser, el Espíritu del Buda en nosotros que es uno con todos los seres y el Cosmos), y fundar su Verdadera Orden y Comunidad (la Sangha Eterna compuesta por sacerdotes y laicos que relizan la labor salvífica del Buda - el Camino del Bodhisattva - en el mundo), y así tranformar este mundo en una Tierra Pura. Este es el Verdadero Budismo.

Sin embargo, como mencionamos anteriormente, algunos discípulos no aceptaron las enseñanzas posteriores del Buda, y se aferraron a sus primeros sermones buscando la salvación personal. Los discípulos que continuaron con el Buda y siguieron sus pasos en su Revelación Dhármica progresiva pasaron a llamarse "Mahayana", que significa "Gran Barca", pues, su rol era como un gran barco que lleva a todos los seres de Esta Orilla del Samsara a la Otra Orilla del Nirvana, la salvación colectiva. Los Mahayana entonces llamaron a los otros discípulos "Hinayana", que significa "Barca Pequeña", pues solo buscan salvarse individualmente. Estos dos nombres también tienen otros significados, como el que "Mahayana" significa que está acorde con la Verdadera Naturaleza de la Realidad, desde el Infinito (desde los Ojos del Buda), y que el "Hinayana" solo ve las cosas desde su postura finita y limitada. Los budistas Hinayana agruparon todos estos primeros sermones del Buda en lo que hoy se conoce como el Canon Pali, y los Mahayana agruparon todos los sermones dados por el Buda en sus más de cuarenta años de predicación en el Canon Sánscrito. Hoy día, los budistas Hinayana son representados por las escuelas Theravada en el Sur de Asia, y los budistas Mahayana son representados por numerosas escuelas y se encuentran en el Noreste de Asia. 

La escuela Tendai japonesa es la heredera de la Tradición del Loto, quien mantuvo el verdadero Mensaje, Legado y Testamento del Buda vivo en el mundo - mantuvo el Budismo Perfecto y Completo - por lo que sus libros principales del Canon Budista son el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, y usa todos los demás Sutras o sermones de forma ilustrativa o complementaria. Por ello, el Canon Budista Sánscrito, que se preserva hoy en el Canon Chino (y por ello, el japonés, llamado Taisho Tripitaka), contiene tanto los Sermones Hinayana (llamados Agama) como Mahayana. Esto sigue la instrucción del Buda de que todos sus sermones anteriores a su Revelación Final deben ser leídos y entendidos a la luz de su Verdadero Dharma, contenido en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, sus enseñanzas finales en este mundo.

Si bien los Sutras Agama (Canon Pali) no revelan la Verdad, el Verdadero Dharma Eterno del Buda, podemos encontrar muchas enseñanzas, principalmente éticas y morales, en los Sutras Agamas que son relevantes aún en nuestros días. Esto hace que los Sutras Agamas del Canon Pali sean ilustrativos, pero no autoritativos; son fuente secundaria de Enseñanza Budista cuando son leídos a la luz de la Revelación Final del Buda. Es por ello que en los próximos capítulos estudiaremos los Sutras principales del Canon Pali a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas del Sutra del Loto y las doctrinas de la escuela Tendai. Los Sutras que estudiaremos son:

1. El Sutra del Giro de la Rueda del Dharma - El Buda da su primer sermón público (luego del Sutra Avatamsaka) desde la figura terrenal de un maestro iluminado y expone la doctrina de las Cuatro Nobles Verdades.

2. El Sutra sobre el Camino Medio - El Buda le muestra a sus discípulos el Camino Medio entre todos los extremos y el Noble Sendero Octuple.

3. El Sutra del Anatman o No-Ser - El Buda da un sermón deconstructivo para eliminar el apego de los seres a las nociones falsas del ser o el individuo, y no concuerdan con la noción interconectada del Verdadero Ser, el Espíritu del Buda en todos los seres.

4. El Sutra del Fuego - El Buda habla sobre cómo el deseo es el motor de la Existencia y cómo podemos asumir control de nuestras vidas y alcanzar la salvación.

5. El Sutra a los Kalamas - El Buda en este sermón trata de que sus discípulos se desaferren a las nociones sobre el mundo que han aprendido desde pequeños, las cuales no reflejan la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Por el contrario, la Enseñanza del Buda es Suprema, el Verdadero Dharma Eterno.

6. El Sutra sobre la Originación Dependiente - El Buda expone la doctrina de la Cadena de Doce Eslabones de Originación Causal como un modelo para la formación del individuo y del mundo.

7. El Sutra de la Contemplación - El Buda le da a sus discípulos Cinco Comtemplaciones para poder abandonar la vida mundana y embarcarse en la vida espiritual.

8. Sutra de la Meditación Samatha - El Buda prescribe la práctica de la Meditación Samatha (Calma) para poder calmar la mente y poder vislumbrar la Verdadera Naturaleza de la Realidad.

9. El Sutra de la Concentración Meditativa o Vipassana - El Buda prescribe la práctica de la meditación Vipassana (Concentración) para poder concentrar la mente y el espíritu en el cuerpo, las emociones, los pensamientos y, elementos específicos del Dharma, para así poder indagar en la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Esto genera sabiduría.

10. El Sutra sobre la Bondad Amorosa o Metta - El Buda prescribe la práctica de la Bondad Amorosa (Metta) para poder generar compasión por todos los seres.

11. El Sutra de la Flecha - El Buda le pide a sus discípulos que, por el momento, se enfoquen en su propio progreso espiritual y no indagen sobre cuestiones filosóficas, las cuales luego dilucidará en otro momento, cuando estén listos (en los Sutras Mahayana).

12.  El Sutra de Sumati - El Buda expone cómo un seguidos laico debe poner en práctica el Dharma y cómo alcanzar una vida plena.

A través de nuestro estudio, podremos ver la razó, por la cual el Buda predicó estas enseñanzas iniciales, y cuáles fueron sus verdaderas enseñanzas al respecto dadas en su Revelación Final, pudiendo así comprenderlas correctamente en su contexto, eliminando innumerables malentendidos y purificando el Dharma Eterno del Buda para la posteridad.

Si bien muchas de estas enseñanzas fueron desplazadas por sermones y enseñanzas posteriores del Buda, las mismas fueron fundamentales en el progreso espiritual de sus discípulos, y lo siguen siendo hoy día. Muchos podríamos preguntarnos: ¿es el Budismo Hinayana (Theravada) relevante hoy día? Sí, el mismo Buda reconoció que estas enseñanzas seguirían siendo seguidas por muchas personas, sobre todo, en la Era Final del Dharma, ya que son un peldaño necesario en el progreso evolutivo y espiritual de muchos seres, que les permitirá llegar al Verdadero Budismo, en esta vida, o en una próxima. 

Este libro es una continuación de La Vida del Buda: La Aparición del Salvador en el Mundo: Un Recuento de la Vida del Buda de Acuerdo con el Sutra Lalitavistara y las Fuentes Canónicas Budistas (Hikari Publishing, 2023) y El Mundo del Despertar: El Primer Sermón del Buda en el Mundo – Las Enseñanzas del Sutra de la Guirnalda de Flores (Hikari Publishing, 2023).

martes, 16 de abril de 2024

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - El Verdadero Otro Poder (Tariki)

 


En el Budismo Tierra Pura, los patriarcas han hecho una distinción entre las prácticas budistas realizadas por el Poder Propio (Jiriki), el esfuerzo del practicante en alcanzar el Despertar (Renacimiento), y las prácticas realizadas descanzando en el Otro Poder (Tariki), el Poder del Buda y su Gracia Salvífica. Esto es lo que llamo el Budismo de la Sabiduría, donde uno busca alcanzar el Despertar y la Budeidad por medio del estudio, la Práctica del Bodhisattva y la meditación, y el Budismo de la Compasión, donde uno busca recibir la Gracia Salvífica del Buda, por medio de la fe, la devoción y el Nembutsu. Existen muchos tratados comentariales que abogan por una postura o la otra, distinguiendo los méritos y las desventajas de cada acercamiento al Dharma. Pero como podemos ver, ambos acercamientos realmente descanzan en el Otro Poder, en la Gracia del Buda Eterno. 

Para el Santo Ippen, ambos acercamientos son incorrectos, o al menos, parcialmente incorrectos. El Camino de la Tierra Pura promulgado por Ippen descanza sobre el Budismo de la Sabiduría, recitando el Nembutsu, el Nombre Sagrado del Buda, en respuesta por la Gracia y el Regalo de Salvación que ya hemos recibido. No hay práctica de Poder Propio que pueda permitirnos merecer el Renacimiento, la salvación, pues el Buda ya nos ha salvado desde el principio del tiempo y solo espera que queramos recibir su Regalo. De acuerdo con Ippen, todo esfuerzo propio para alcanzar el Despertar o el Renacimiento es ilusorio. ¿Cómo podemos nosotros, seres tontos, llenos de deseos, pasiones y mal karma, quienes hemos estado hundiéndonos en el océano del nacimiento y la muerte voluntariamente, renaciendo en todos los Seis Reinos del Samsara, hacer algo para merecer la Gracia del Buda y su Regalo de Salvación? Como nos dice Shinran, otro maestro budista del medioevo japonés, incluso el poco bien que hacemos, lo hacemos esperando recibir algo a cambio, por lo que es fruto del árbol ponzoñoso; es fruto de nuestro egoísmo, por lo que todo bien que hagamos está manchado por el pecado y el mal. Por el contrario, el poco bien que realmente podemos realizar es hecho gracias al Otro Poder del Buda Eterno y su trabajo dinámico de salvación dentro de nosotros. Como nos dice Ippen:

"La mayoría de la gente piensa que al distinguir entre el Propio Poder (Jiriki) y el Otro Poder (Tariki) y mantener así su propio ser, pueden apoyarse en el Otro Poder y así lograr el Renacimiento. Esto es un malentendido. La distinción entre el Poder Propio y el Otro Poder es sólo la primera etapa. El Verdadero Otro Poder significa desechar las posturas del yo y de los demás y, en un solo instante de pensamiento, convertirse en un Buda. La Deidad manifestada del Santuario Kumano me anunció en una revelación: 'Fe o no fe, no es una consideración; no se trata de mal kármico o de ningún mal kármico: el Namu-Amida-Butsu mismo nace”. Desde ese momento, este monje budista se ha dado cuenta y ha desechado el apego a sí mismo que es el Poder Propio".

En estas líneas, Ippen nos demuestra que toda discución y debate sobre Poder Propio (Jiriki) y Otro Pder (Tariki) solo refleja un entendimiengto y una fe llana y superficial; prematura. Cuando realmente nos damos cuenta de quién estuvo detrás de nuestro progreso espiritual y nuestro deseo de salvación, vemos que nunca fuimos realmente nosotros, nuestro "yo", sino que fue el Buda quien trabajó a través de nosotros; fue el Buda quien estuvo guiando nuestros pasos. Como le manifestó la deidad (Kami) de Kumano a Ippen en vida, todo ocurre por el Voto Primal del Buda Eterno de llevar a los seres a la salvación. 

Una vez alcanzamos la Aseguranza de la Salvación (Shinjin) y obtenemos nuestro Renacimiento, todo bien que surge de nosotros no solo es realizado en respuesta de gratitud al Buda, sino que es el trabajo mismo del Buda en nosotros. Así, en el Budismo de la Sabiduría, quien realmente nos mueve a estudiar, a mantener los Preceptos, a realizar la Práctica del Bodhisattva y a meditar (comulgar con el Buda), es el Buda mismo. Este es el Verdadero Otro Poder. Esto es un Budismo Completo.